Bartomeu Nicolau i Morlà es de sobra conocido por su nombre artístico de Tomeu Penya. Nacido el 22 de marzo de 1949 en Villafranca de Bonany, sus canciones han transcendido entre generaciones durante más de cuatro décadas, en las que se ha convertido en una referencia para artistas como Rigoberta Bandini, Concha Buika o Antònia Font. Coincidiendo con el 20 aniversario de mallorcadiario.com, para la sección "20 años, 20 vidas" hemos charlado con él a fin de conocer cómo ha cambiado la industria musical en estas últimas dos décadas mientras, de paso, recordamos su trayectoria en una charla mantenida en Cal Dimoni.
Nuestro diario digital nació en 2004... ¿Recuerda que hacía usted hace 20 años?
Componer y estar de gira, que es lo que he hecho toda mi vida. Recuerdo que hubo un año que hice hasta 60 galas. Siempre estaba en marcha. Desde Catalunya y el País Valencià, hasta de manera puntual en lugares como Sevilla o el País Vasco. Y es que un año antes, en 2003, saqué mi disco "Fácil", que es completamente en castellano. Eso me abrió las puertas a actuar en ciudades diferentes a las habituales tras más de 20 discos publicados en catalán. Ahora, tras 44 años de carrera como cantautor, ya son más de 30 álbumes, incluyendo también los recopilatorios.
¿Qué ha cambiado en la industria musical durante este tiempo?
Han cambiado muchísimas cosas. Por ejemplo, en la forma de consumir la música. Yo soy músico profesional desde 1965, cuando todavía no había ni acabado de crecer. He podido vivir en primera persona todos los estilos y la evolución, o mejor dicho desevolución, de la escena, sobre todo en los últimos diez años. Considero que incluso puede ser un trauma emocional para algunos músicos profesionales, ya que pasan mucho tiempo construyendo las letras, con los arreglos y los coros. Desde luego, las cosas han cambiado mucho con la aparición de las redes sociales.
¿Usted las utiliza?
No, yo prefiero mantenerme al margen de ellas. Tengo una oficina en Catalunya y otra aquí, en Marratxí, donde me lo llevan todo. Evidentemente, me comentan y me informan, pero yo procuro ser el mismo de siempre, más allá de lo que se diga o comente en las redes.
¿Cómo empezó Tomeu Penya en el mundo de la música?
Yo estudié música clásica sin saber que tendría una carrera profesional. A los 9 años, ya me sentía compositor. Me pasaba las horas escuchando la radio. Por entonces, cuando acompañaba a mi madre con el carro por 'fora vila', ya me inventaba la letra de canciones (risas). Ese es mi primer recuerdo musical.
Luego, tuve la suerte de que en el colegio donde estudié bachiller daban la asignatura de solfeo. Allí, descubrí que todo el mundo lleva la música en su interior. Los hay que la explotan y otros que no. Yo la llevo dentro, y por ello me paso cada día horas y horas componiendo. Además, en esa época también recuerdo que bajaba un día a la semana a Palma para ir a clases de jazz y blues.
Definitivamente, ser músico es algo vocacional y necesario, que no puedes evitar. En mi caso, a los 15 años ya era profesional.
La manera de componer también ha cambiado...
Sin ir muy lejos, yo conozco a compositores que buscan palabras que rimen en el ordenador. A mí me gusta más el método antiguo, es decir, trabajar para encontrar la inspiración. "Ganes de fer feina", que decimos en mallorquín. A mí, nunca me ha venido ninguna musa. La inspiración tiene que buscarse y vivirse.
Yo soy un artista muy de la tierra y un fiel defensor de la naturaleza, a la que dediqué mi disco "Natura". Me preocupa ver que la humanidad lleva un camino que puede acabar muy mal. No sé si porque ahora se ven cosas que hacen 40 años eran imposibles de ver.
Siempre mi rijo por los payeses. Aunque no ejerza como tal, yo también lo soy. Antes, los campos de Mallorca estaban muy bien cuidados y ahora, no hay personas que se dediquen a ello. Lamentablemente, hay gente que no sabe lo mucho que trabaja un payés para luego no llevarse casi nada. Una botella de aceite, por ejemplo, puede costar 9 euros, pero te dura dos semanas. En cambio, por un 'cubalibre' te pueden cobrar lo mismo y nadie dice nada. Y eso, te lo terminas en un momento. Tendríamos que cuidar mucho más "lo nostro", como digo en una de mis canciones
¿Lleva la cuenta de sus canciones?
Hubo un tiempo que sí, pero llegó un momento que fue imposible seguir contabilizándolas, si bien calculo que grabadas habrá unas 300 y compuestas más de 400. Además, también hay muchas colaboraciones con otros artistas.
Creo que un viaje por Europa con su guitarra fue clave en el inicio de su carrera...
Bueno, yo ya llevaba años tocando, pero aquella experiencia, sin duda, fue como la mejor escuela posible. En Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega, pude actuar ante diferentes tipos de público y eso me enseñó mucho de cara a mis posteriores actuaciones en hoteles, discotecas y salas de fiesta de toda la isla.
¿Recuerda su primer concierto?
Como músico fue en un hotel situado entre Cala Millor y Cala Bona. Yo tenía 15 años. En 1980, tras grabar mi primer disco ("Tomeu Penya canta a la vila"), ofrecí mi primer concierto como cantautor en Son Carrió. Tres años después, llegó la primera gran explosión. Aunque bueno, eso no fue nada comparable con lo que sucedió tras sacar "Illes dius un riu" en 1994.
Ahora ya llevo 44 años componiendo, actuando y durmiendo (risas). He actuado en todos los pueblos de Mallorca, y en algunos, más de 20 veces. Muchas veces me pregunto si todo esto es un sueño. De todas maneras, nunca me he saturado ni tampoco he pensado en dejarlo, si bien reconozco que, en la actualidad, escojo mucho las actuaciones que llevo a cabo. Con la edad, he madurado mucho. Por ejemplo, ya no me gusta viajar tanto cuando antes me podía pasar una semana sin parar. De hecho, procuro regresar a la isla tras el concierto.
Antes se ha referido a su versión de "Illes dins un riu", un himno intergeneracional que cumple 30 años...
Es muy bonito ver que la gente se sabe la letra a pesar del paso del tiempo. Pero no solo de "Illes dins un riu". Te contaré una anécdota que me pasó el verano pasado. Fue un día que llovió mucho y yo tenía que actuar en Esporles. Justo delante del escenario, tenía un buen número de niños y niñas cantando mis canciones, incluyendo algunas de las más antiguas. Aquello que me hizo pensar que mi música había transcendido de sus abuelos y sus padres hasta a ellos. Fue como una puerta a la esperanza, de que no toda la gente joven escucha lo que está de moda.
Entre los numerosos premios recibidos a lo largo de su carrera... ¿Cuál ha sido el más especial?
El primero, porque no me lo esperaba. Fue en 1992, cuando recibí el Premi Nacional de la Música Lleuguera otorgado por la Generalitat de Catalunya. Además, en esa edición también distinguieron, por otro estilo, a Maria del Mar Bonet. Recuerdo que Pujol era el presidente y que estuve muy contento por ver que se reconocieran a dos artistas mallorquines al mismo tiempo.
Además de la música, otra de sus grandes pasiones es el fútbol...
Efectivamente. Fui presidente del equipo de mi pueblo, el Villafranca, durante más de diez años. Si me pides de qué equipo (profesional) soy seguidor, te diré que en primer lugar va el RCD Mallorca. Luego, el FC Barcelona o el Girona, ya que en esa comarca siempre, desde mis inicios, me han querido mucho. Hace poco, cuando iba de camino a Villafranca del Panadés para dar un concierto que fue maravilloso, me di cuenta de que he actuado en todos sus pueblos.
Leí en una entrevista que Rigoberta Bandini decía que usted es una de sus referencias...
La conocí una noche que vino a verme a actuar en la discoteca 'Luz de Gas', en Barcelona. Por entonces, ella no era todavía la que es ahora. Me alegro mucho de sus éxitos y escuchar que le gusta mi música.
También me emocioné mucho cuando me enseñaron una entrevista que le hicieron en televisión a Concha Buika, en la que me puso por las nubes. Por cierto, ella, antes de triunfar por todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, trabajó conmigo durante un año como corista. Sus palabras me emocionaron mucho.
¿Cómo ve el presente y el futuro de la música en catalán?
Si te digo la verdad, no lo había visto nunca tan bien. Cuando yo empecé era cuando estaba mal. Por entonces, no había nadie que cantará en mallorquín, salvo Els Valldemossa y yo. Así fue durante mucho tiempo.
Durante estos últimos años, he tenido la suerte de trabajar con muchos grupos de la isla como Antònia Font, Cabot, Horabaixa o Da Souza, por citarte algunos. Creo que tenemos una gran cantera en nuestra isla, con muchos jóvenes muy buenos que, además, aportan ideas nuevas.
Para llegar a ser profesional de la música, considero que es fundamental dedicarte a ello en cuerpo y alma. Sé perfectamente que no es fácil de hacer, pero hay que ser valiente. Aunque eso implique tener que irse de Mallorca
Por cierto... ¿Qué le pareció "Zorra", la canción que representó a España en Eurovisión?
Te diré que quería que fuera a Eurovisión nuestra Angie (Fernández). La quiero mucho y me encantó verla tan bien sobre el escenario en el Benidorm Fest, después de unos años tan difíciles.
Por último... ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Ahora que acabo de sacar mi último disco ("Sa vida són dos dies"), mi principal objetivo es seguir disfrutando de la música, componiendo canciones y dando conciertos. Llega un momento que los años pesan, pero, a pesar de ello, probablemente tengo ahora más ilusión que nunca.
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