El hombre, de 58 años, ha reconocido -aunque costosamente- los hechos, en una vista que ha evitado la celebración del juicio, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. La Fiscalía solicitaba inicialmente tres años y medio de prisión.
Los hechos ocurrieron en 2019 en un bar de Palma, donde el acusado invitó a la menor a entrar porque estaba lloviendo. Una vez dentro, la abrazó fuertemente, besándola en el cuello, tocándole las nalgas y los pechos y agarrándola de la cadera, intentando después tocarle sus partes íntimas y besarla en la boca. La víctima se resistió constantemente hasta que consiguió huir del lugar.
Además de la pena de cárcel -que no cumplirá porque ha quedado suspendida por cinco años-, el hombre ha aceptado otros tres años de libertad vigilada, en los que se le podría obligar a someterse a un curso de educación sexual, y una orden de alejamiento en favor de la víctima por tiempo de cinco años.
También queda inhabilitado por diez años para cualquier actividad que conlleve contacto regular y directo con menores, durante diez años, y deberá pagar una indemnización de 3.000 euros en un plazo de diez meses.