Centenares de aficionados del equipo visitante se han concentrado en las instalaciones de s'Escorxador en el que un local ha abierto puertas para servir bebidas a los presentes mientras el resto permanecía cerrado.
Cantos, alcohol y mucha sucidad han sido testigos de una fiesta que ha arrancado antes del partido y en la que se ha "echado de menos" la presencia de la policía para poner un poco de orden.
En algún momento incluso, algún aficionado ha mostrado lo que parece una antorcha o bengala encendida.