Aunque con el frío apenas hay bañistas, la montaña de medusas ha sorprendido a los vecinos y personas que paseaban por la zona. La Asociación de Vecinos Es Born de Es Molinar ha denunciado la situación.
Estos seres invertebrados suelen dejarse llevar por las corrientes y acaban llegando a la costa. Algunos expertos señalan qe la subida de temperaturas y la poca lluvia en invierno provoca que no haya tanto caudal dulce que acabe en el mar, con poca diferencia de salinidad entre la costa y el mar abierto.
Es decir, al no haber apenas diferencia térmica entre las aguas del mar abierto y de la costa, las corrientes arrastran a las medusas a la orilla, inunando las playas como en este caso.
Sin embargo, este suele ser un factor más común a finales de verano.