Fuentes de la Conselleria de Empresa, Ocupación y Energía del Govern balear han informado a mallorcadiario.com que funcionarios del Servicio de Minas de la Dirección General de Industria y Polígonos Industriales, realizaron en la mañana del martes una nueva inspección en la cantera de Son Bugadellas (Calvià), donde en verano se instaló una planta de hormigón que entró en funcionamiento en la segunda quincena de noviembre del año pasado.
La actuación inspectora de la Administración autonómica viene motivada, según se ha podido saber, por las noticias publicadas por este digital en relación a la puesta en funcionamiento sin autorización de dicha planta de hormigón.
El vídeo publicado revela sin género de dudas que camiones hormigonera de la empresa Formiroc salen cargados de hormigón de la planta pirata instalada sin autorización en el interior de la cantera de Son Bugadellas y suministran dicho elemento a diversas obras en ejecución en Santa Ponsa, Cala Llamp y Cala Vinyes, en el término municipal de Calvià.
Al amparo de una modificación no sustancial del establecimiento de beneficio de la cantera, autorizada por la Dirección General de Minas del Govern de les Illes Balears en agosto de 2022, se autorizó la instalación de determinados elementos como una cinta de áridos a tolva, un alimentador de áridos, un vibrador de alimentador de áridos, una cinta de áridos a acopio, una cinta inversora, dos repartidores de áridos, dos sistemas de traslación, cuatro vibradores de acopio de áridos, dos cintas pesadoras, una cinta inversora, dos sinfines, un sinfín inversor y un compresor.
Sin embargo, la propiedad de la cantera aprovechó para instalar otros elementos no autorizados como dos silos de cemento con sus correspondientes sinfines, una pesadora de cemento y una pesadora de áridos, imprescindibles para la fabricación de hormigón.
Así pues, desde el mes de noviembre la fábrica pirata de Son Bugadellas, instalada al aire libre y en ANEI, fabrica y suministra hormigón sin tener una evaluación de impacto ambiental y sin que el proyecto haya pasado un periodo de exposición pública.
El enorme consumo de agua de una instalación industrial de estas características, el consumo energético, el ruido, el polvo y la contaminación, son aspectos que inciden directamente en el medioambiente que la empresa responsable de la planta pirata ha logrado eludir hasta el momento.