La época de las fiestas navideñas es especialmente difícil para las personas que han perdido su hogar y se hace aún más visible la situación de pobreza en la que vive una gran parte de la sociedad.
El presidente Llorenç Galmés ha recalcado que "esta salida ha sido muy enriquecedora porque nos ha dado una nueva perspectiva de uno de los servicios claves de la red de inserción social del Consell de Mallorca. Ver directamente la situación de las personas más vulnerables e intercambiar opiniones con los profesionales durante la rutina nos ha permitido adquirir una visión de la realidad que va más allá de la que podemos conseguir con los papeles o nos pueden explicar los técnicos" y ha concluido que "seguiremos apostando por la UMES para garantizar las necesidades básicas de las personas sin hogar, y lo haremos con pleno conocimiento de cómo se vive el día a día en este servicio".
Este año, y hasta el día de hoy, la UMES ha atendido a 1.960 personas, 427 mujeres y 1.533 hombres. Las intervenciones prevén cubrir las necesidades básicas (entrega de mantas, comida o bebidas calientes), actuaciones sociosanitarias y de emergencia (reparto de preservativos y jeringas, ingresos a hospitales y albergues) o actuaciones socioeducativas (información, derivación a servicios y centros, acompañamiento para hacer gestiones y seguimiento permanente).
En este sentido, Guillermo Sánchez ha explicado que "además de trabajar para que tengan las necesidades básicas cubiertas, el equipo de la UMES y los profesionales del área de Inclusión Social del IMAS se coordinan diariamente para valorar los diferentes casos, elaborar un plan de intervención individual y acompañarlos durante el proceso, a partir de sus potencialidades y capacidades. Queremos que cada persona pueda acceder a los recursos más adecuados y necesarios según la situación en que se encuentre".