Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado, en el lugar había 160 jaulas que contenían 55 gallinas y 142 gallos de raza aviar combatiente español. Los animales presentaban amputaciones de cresta, babilla, orejas y plumas arrancadas de las extremidades y la persona cuidadora de las aves carecía del certificado veterinario que debe acompañar estas amputaciones.
Además, en un almacén hallaron medicamentos de uso veterinario, aunque no existían recetas ni registro de los productos usados. Como resultado de la inspección se levantaron actas por infracción a la normativa de bienestar animal, normativa de explotaciones agrícolas, normativa de medicamentos veterinarios, ley de urbanismo y ley de residuos.
El Seprona ha abierto diligencias e investigará a tres personas, propietarios de los gallos, por una posible infracción penal por mutilación animal sin certificado veterinario. En la inspección colaboraron con el Seprona y el veterinario, patrullas de la Guardia Civil, de la Policía Local de Santa Eulària y de la Policía Nacional de Ibiza.