El vicepresidente, conseller de Economía, Hacienda e Innovación y portavoz del Govern, Antoni Costa, ha pedido disculpas por haber propuesto para el cargo de director gerente de la Entidad Pública Empresarial de Telecomunicaciones e Innovación (Ibetec) a Juan Antonio Serra Ferrer. Costa sabía Serra, también ibicenco y amigo suyo, se había visto envuelto en una presunta agresión sexual y que había sido detenido por la Policía Nacional en mayo de 2022, causando supuestamente lesiones a un agente.
Fue un error promover para un cargo público a un hombre involucrado en un asunto de esta naturaleza, con implicaciones judiciales serias, por más que aquel negara los hechos y le ampare por la presunción de inocencia, establecida en el artículo 24.2 de la Constitución. Costa lo sabe y lo reconoció abiertamente el pasado lunes, cuando explicó en rueda de prensa los detalles del nombramiento y del cese de Serra, quien por aquellos hechos fue apartado de la docencia en la Universitat de les Illes Balears (UIB), donde impartía clases.
Costa detalló que al tener conocimiento del auto de apertura de juicio oral y del escrito de acusación de la Fiscalía, acusando a Juan Antonio Serra de ser autor de un delito de agresión sexual y otro de atentado a agente de la autoridad, decidió cesarle. “Vi que me equivoqué y en cuestión de horas decidí su destitución”, admitió el número dos del Govern balear. “A día de hoy, la UIB acertó y yo me equivoqué”, convino Costa públicamente.
Pese a admitir el error y pedir disculpas públicamente, la oposición de izquierdas y las entidades feministas que le son afines, han cargado con exagerada virulencia contra el vicepresidente Costa. PSOE, Més per Mallorca y Podemos han exigido su dimisión o, en caso contrario su cese por parte de la presidenta, Marga Prohens, que ayer en el Parlament defendió la actuación de su mano derecha en el Govern.
La oposición sale en tromba a por el vicepresidente del Govern, pero lo cierto es que todos ellos carecen de legitimidad moral para acusarle a él y al propio Ejecutivo de tibieza en la lucha contra la violencia contra las mujeres. No fue el PP el que aprobó una aberrante Ley ‘sólo sí es sí’, que ha supuesto en Baleares 64 rebajas de pena a agresores sexuales y 6 excarcelaciones. En todo el país, han sido 1.233 reducciones de pena y 126 condenados liberados de la prisión, nada menos.
Su sobreactuación en este asunto, donde poco menos que ya culpan a Costa de ser cómplice de un presunto agresor sexual, como afirma disparatada y quizás delictivamente una asociación feminista radical, obedece a una maniobra desesperada por desgastar al Govern con el error cometido por Costa, que ya ha admitido y por el que ya ha pedido disculpas.