Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves sobre las 00.30 horas cuando el ahora detenido, que ya había provocado un altercado en el mismo local unos días antes, esgrimió una navaja y amenazó con ella a un portero que no le dejaba entrar en el local.
Un compañero del portero acudió en su ayuda y fue entonces cuando el búlgaro salió corriendo aunque fue perseguido por ambos trabajadores.
Unos agentes de la Policía Nacional, que se hallaban por la zona en un coche K (camuflado), fueron testigos de la persecución y se sumaron a la misma hasta lograr detener al autor de las amenazas quien, sin embargo, no portaba navaja alguna encima aunque la misma fue encontrada detrás de una cenefa.
La Policía informó de que uno de los agentes pudo ver como el hombre al que seguían se detuvo un instante junto a la cenefa para luego retomar la carrera y ello dio pie a que, una vez capturado, buscasen el arma en la zona donde había parado.