PALMA

Nueva ordenanza contra las pintadas en Palma, una lacra que no cesa

Nuevo plan de EMAYA

Marina Forteza | Lunes 02 de octubre de 2023

Palma es la ciudad más sucia de España según la OCU. Las pintadas vandálicas que asolan las calles de Palma emborronan la imagen de la capital mallorquina. Es imposible pasear sin encontrarse paredes y monumentos históricos manchados. Esta problemática ha sido la crítica reiterada hacia el anterior equipo de Gobierno, y, a la vez, el tema estrella en los debates electorales previos al 28M. Tras la victoria de los populares, estos anunciaron un plan para contra la difícil tarea de erradicar las pintadas. Acabar con la huella del vandalismo en Palma implica una acción transversal, con un aumento de las multas y de la vigilancia, aunque, sobre todo, predisposición política. Llorenç Bauzà, el regidor de Medio Ambiente y al frente de Emaya, prevé cambiar la ordenanza cívica antes de finales de año para poder actuar con más contundencia, e indica que la situación actual se debe a la falta de coordinación de sus predecesores.



Acabar con la lacra de las pintadas vandálicas en Ciutat es el reto que se marca cada nuevo equipo de Gobierno de Cort. Sin embargo, Palma sigue plagada de pintadas, extendidas por el centro y la periferia de Palma, bien por las nuevas que se realizan, las que nunca se han eliminado o aquellas que se repiten reiteradamente. Así lo ha denunciado ARCA en múltiples ocasiones, afirmando que hay pintadas en Palma que llevan cuatro años sin limpiarse.

El propio exalcalde, José Hila, se marcó el objetivo, después del mandato de Neus Truyol en Emaya. En total, 12 años de promesas que parecen imposibles de cumplir.

Tras el cambio político en el Ayuntamiento de Palma, el nuevo alcalde del PP, Jaime Martínez, anunció mano dura contra los grafitis, con un aumento de la vigilancia y de las sanciones, junto a un plan intensivo de limpieza por barrios que ya ha arrancado en Camp Redó y Pere Garau.

1.600 PINTADAS ELIMINADAS

El regidor de Medio Ambiente, Llorenç Bauzà, lamenta el estado en el que se encuentra la ciudad y reitera su compromiso de erradicar las pintadas vandálicas, una incansable labor que admite que no es tarea fácil: "Cada día aparecen nuevas, y hay una cierta impunidad a la hora de sancionar al que realiza el grafiti". En este sentido, Cort prevé modificar la ordenanza antes de final de año para aumentar las multas hasta los 3.000 euros y poner también en marcha la vigilancia con drones.

Desde la llegada al Gobierno, Emaya ha eliminado 1.600 pintadas vandálicas, en concreto, y según ha informado la empresa municipal, 890 en 100 días, 600 solo en julio. Durante el mes de septiembre, se han borrado 300 en tres días.

Así, ante la dificultad de actuar en bienes protegidos, debido a que se tenía que hacer una expidición indivual, se harán ahora de forma colectiva, "lo que permitirá actuar de forma rápida".

En los plenos, el anterior equipo de Gobierno y el propio regidor al frente de Emaya, Ramon Perpinyà, se defendía ante la oposición de la dificultad de eliminar las pintadas en fachadas particulares. Ahora, Bauzà señala que es el propio Ayuntamiento quien se pone en contacto. "La Administración es la que tiene que ofrecer las soluciones y no trabas, ponerse en contacto con el ciudadano, porque sino no incitas ni invitas al ciudadano a pedir ayuda; la burocracia genera pereza", reitera. "La ciudadanía lo que tiene que tener a su lado es una administración eficaz y eficiente".

En cuanto al resto, hasta ahora era el ciudadano el que tenía que ponerse en contacto con Emaya, por lo que se cambia la metodología a la inversa y con una tarifa simbólica de dos euros por metro cuadrado.

LA SANCIÓN NO ES SUFICIENTE

La problemática reside no solo en la desidia de los diferentes mandatos, sino en el vandalismo que actúa con contundencia, volviendo a pintar en los lugares donde se eliminan. Para ello, Bauzà defiende que el régimen sancionador no es suficiente como elemento disuasorio: "Si conseguimos eliminar las pintadas en menos de 24 horas, el vándalo decidirá que no le interesa. Quizá la primera vez no, pero a la tercera ya se cansará de hacerlo".

Ejemplo de ello es lo ocurrido el pasado septiembre, cuando, tras la operación de limpieza en la zona del Mercat de l'Olivar, un joven fue interceptado realizando pintadas en el kiosko de la plaza.

"Una de las apuestas fuertes de este equipo de Gobierno ha sido en Seguridad Ciudadana, que le hemos puesto el apellido de Civismo precisamente para incentivar, a través de la ordenanza cívica, a que estas acciones no se cometan".

"FALTA DE COORDINACIÓN"

"La situación en la que nos hemos encontrado Palma es crítica", advierte Bauzà. "La ciudad está en la UCI en materia de limpieza, y junto a los trabajadores de Emaya luchamos por revertir este problema". ¿Cómo hemos llegado a esta situación? El presidente de Emaya apunta a una "carencia de coordinación" debido a que "solo había escrito un protocolo técnico". "No ha habido durante años una coordinación conjunta por parte de la administración, no sé si porque gobernaban distintos partidos o por una falta de implicación en el asunto".

A pesar de que parece que no ha sido suficiente, el anterior consistorio se hacía eco de la eliminació de pintadas vandálicas. El propio Bauzà señala que ha revisado los históricos, y ejemplifica la falta de actuación con cifras: "Se hacían eco de que eliminaban 400 pintadas al mes y nosotros hemos actuado en 300 solo en el plan de limpieza de dos días en el Mercat del Olivar".

El exalcalde, José Hila, respondía a las críticas de falta de limpieza haciendo alusión al incivismo, y defendía que las quejas habían bajado un 61 por ciento desde el 2015. En total, y según Hila, en 2022 se eliminaron 4.000 grafitis.

Bauzà admite que "queda mucho trabajo por hacer" y confía en que la modificación de la ordenanza "permita intervenir en más pintadas".

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