SUCESOS Y TRIBUNALES

El anciano que mató a un ladrón en Porreres: "Sentí miedo, vi que me mataban"

Juicio por homicidio

Redacción | Martes 12 de septiembre de 2023

El anciano que mató a un ladrón que asaltó su casa en Porreres en 2018, ha relatado este martes ante el Jurado el "miedo" que pasó durante el robo. "Me entró el pánico, me vi que me mataban". Así se ha expresado en su declaración en el juicio que arrancó este lunes en la Audiencia, donde la Fiscalía pide para él cuatro años de prisión por homicidio. La madre del ladrón le acusa de asesinato y pide 15 años.



El hombre ha detallado que sufrió otro robo apenas dos meses antes, por parte de personas que, si bien no se atreve a afirmar que fueran las mismas, sí iban vestidas "exactamente igual". En aquella ocasión, en diciembre de 2017, le pusieron "un cuchillo en el cuello", "una pistola en la cabeza" y le amenazaron con matar a sus nietos.

Así, en el incidente ocurrido en febrero de 2018, el hombre temía que, "como la otra vez", le dejaran encerrado y amordazado dentro de una habitación, junto a su mujer. "Nos vamos a morir aquí encerrados", es lo que pensó. Por ello decidió "hacer algo" y cuando pudo, cogió una escopeta de caza que tenía en la casa.

El anciano, de 83 años, ha insistido en que "no quería disparar", pero que cuando trató de amedrentar a los ladrones, éstos, lejos de marcharse, "aceleraron" y se abalanzaron sobre él. De hecho, ha asegurado que uno de ellos trató de golpearle con una pata de cabra. "Casi me parte la cabeza, por poco me mata", ha contado.

De este modo, ha remarcado que "fue todo muy rápido". "Instintivamente me agaché y disparé. Ni supe si le di, no me enteré de nada", ha dicho el procesado. Además, ha recalcado que no tenía margen para "pensar". "Ahí no tienes tiempo a reflexionar. Aquí dentro es muy fácil decir: 'Yo hubiera hecho esto y lo otro'. Pero con el miedo en el cuerpo...", ha razonado ante el Jurado.

En todo momento ha insistido en que sólo pretendía conseguir que se marcharan: "Les indiqué el camino para que se fueran, y no creía que me fueran a atacar". Cuando vieron el arma "uno dijo: '¡Una escopeta!'". "Creí que se pararían y saldrían, pero en vez de esto el que iba delante levantó la pata de cabra y casi me parte la cabeza". Después del disparo, el otro le golpeó hasta que perdió el conocimiento. Cuando se despertó, se encontró solo y llamó al 112.

El anciano sufrió una rotura en la columna que precisó de intervención quirúrgica, y fracturas en nariz y mano. En la casa había un 'botón del pánico' pero el jubilado no pensó en pulsarlo.

En el banquillo también se sienta el otro asaltante --hermano gemelo del fallecido-- y otros dos hombres acusados de ser las personas que organizaron el robo. Esas dos personas ya fueron condenadas en firme por el robo de diciembre. La Fiscalía pide para los tres presuntos ladrones penas que suman 16 años de cárcel.

El jubilado ha indicado que conoce a otro de los imputados, señalado como uno de los presuntos 'cerebros' del golpe, porque había colaborado con él en su negocio de máquinas tragaperras --que en la fecha del robo, acababa de vender, obteniendo una buena suma. Esa persona habría estado en varias ocasiones en su casa.

EL SEGUNDO ATRACADOR: "CREO QUE ÉL NO QUERÍA MATAR A MI HERMANO"

Antes del jubilado ha declarado como acusado el segundo atracador, hermano del fallecido, un hombre de 30 años que se ha lamentado por haber incluido a su hermano en el plan y también por las consecuencias para la víctima del robo.

"Me da mucha pena que el señor Pablo [el propietario de la finca] esté pasando por esto, porque creo que él no quería matar a mi hermano. Creo que él no se levantó ese día y dijo 'voy a matar a este chico', es algo que provoqué yo", se ha sincerado.

El ladrón confeso ha mantenido la incriminación respecto a los otros dos procesados, afirmando que le propusieron el robo. Según su versión, no les conocía de antes y se pusieron en contacto con él a través de un tercero.

"Me dicen que habían cometido un robo anteriormente, que si me quería juntar con ellos. Que necesitaban gente, que lo habían hecho con unos árabes y que no me preocupara porque era todo muy fácil. Al principio les digo que no quiero saber nada", ha contado.

Siguiendo con su relato, le insistieron y hubo varias reuniones presenciales en las que le exhibieron un plano de la casa, le indicaron la puerta por la que tendría que entrar y le dieron instrucciones para llegar al sótano y abrir la caja fuerte.

Finalmente le convencieron y él implicó a su hermano. El día del robo, fueron a buscarle de madrugada a su casa y le proporcionaron guantes y pasamontañas y patas de cabra. Ha afirmado que también le ofrecieron un cuchillo, una pistola, bridas y cinta americana pero que no los quiso coger.

"Mi hermano estaba asustado, no quería ir. Le dije que no pasaba nada", ha recordado. Después de esto, condujeron hasta un camino cerca de la finca, sobre las 5.00 horas --todavía no había amanecido-- y quedaron en que le esperarían en ese punto con el coche.

Él entró en el jardín y se escondió tras unos arbustos, hasta que salió el anciano y le abordó por la espalda. Según su relato, al principio el hombre se resistió pero después se puso "tranquilo" y dispuesto a cooperar. Después dejaron a la mujer en una habitación, y él acompañó al anciano a coger las llaves de la caja fuerte para abrirla. Entonces empezó a cargar el dinero de la caja fuerte en una mochila, pero se rompió por el peso de las monedas. Por ello llamó a su hermano para que le ayudara.

El atracador sostiene que cuando subían desde el sótano para marcharse, vio al anciano con la escopeta: "Lo miro a los ojos y escucho el disparo, y mi hermano cae atrás en la parte del sofá. Y me dice 'me mató, me mató'".

En este sentido, el atracador ha negado que hubiera una advertencia previa por parte del jubilado, y de hecho ha asegurado que le oyó decir "os mato". También ha negado que ellos desplegaran una violencia creciente contra el matrimonio o que les hubieran agredido.

Después de esto, el ladrón asegura que vio que el anciano se disponía a recargar el arma y se abalanzó para quitársela. Le golpeó repetidamente y después salió con su hermano de la casa. Tiró la escopeta y vio que su hermano tenía "el intestino fuera".

Luego oyó las sirenas de la Guardia Civil y huyó cuando vio que iban a socorrer a su hermano. Cuando sus compinches le recogieron, les reprochó que habían disparado a su hermano y que ellos le habían "dejado tirado". "Ellos me dicen que tranquilo, que no va a pasar nada", y le dejaron en Palma.

Ya en su domicilio, contactó con amigos que le ofrecieron "irse del país". Estuvo dudando pero cuando vio en las noticias el titular 'Muere un atracador en Porreres', decidió "ir para contar la verdad" sobre su hermano y se entregó en dependencias de la Guardia Civil, ha declarado.

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