En la sesión parlamentaria de mañana martes, la primera proposición no de ley que será presentada en el hemiciclo será una del Partido Popular relativa al reconocimiento de los descendientes de los judíos en Mallorca.
Más allá del alto valor simbólico de iniciar la legislatura con una propuesta que tanto significa para miles de 'chuetas', los populares posiblemente quieran demostrar también que en determinadas cuestiones relativas a la memoria histórica —entendida en su sentido más amplio— es posible llegar a acuerdos entre todos los partidos.
En realidad, sería también deseable que pudiera haber acuerdos parlamentarios igualmente muy amplios en materia de impuestos, vivienda o lengua a lo largo de estos próximos cuatro años, pero hoy por hoy las posiciones sobre estos y otros asuntos entre la bancada de la derecha y la de la izquierda parecen ser casi antagónicas.
Una de esas diferencias se pudo constatar ya el pasado mes de agosto, cuando el Govern aprobó el decreto ley de medidas urgentes para captar y fidelizar a profesionales sanitarios, que elimina el requisito del catalán para poder trabajar en el IB-Salut. Dicho decreto fue criticado por el PSIB y Més per Mallorca, y aplaudido por Vox, si bien esta última formación querría que esa exención se aplicase también en el conjunto de la Administración.
La posición de Vox sobre esta cuestión y sobre otras que se vayan planteando a partir de ahora deberá ser como mínimo siempre escuchada por el PP, en virtud del acuerdo de investidura que ambas formaciones suscribieron en junio y que permitió que Marga Prohens pudiera ser elegida nueva presidenta del Ejecutivo autonómico.
Cabe recordar que el PP tiene en este mandato 26 diputados —incluido el de Sa Unió— sobre el total de 59 escaños con que cuenta el Parlament, por lo que el apoyo de los ocho diputados de Vox será además esencial para la aprobación o la validación de la mayor parte de las proposiciones que presente el Partido Popular en la Cámara.
Prohens confirmó hace justo una semana que el PP prevé aprobar en breve "nuevas bajadas de impuestos" y también el decreto ley de medidas urgentes para hacer frente a la emergencia habitacional que sufre Baleares. Dicho decreto, ideado con el objetivo de intentar facilitar el acceso a una vivienda, habilitará la reconversión de locales en casas, el incremento de alturas o la división de inmuebles para crear nueva vivienda por cada 60 metros cuadrados, entre otras medidas.
Por su parte, el portavoz del PSIB en el Parlament, Iago Negueruela, avanzó que las prioridades del Grupo Parlamentario Socialista para los próximos meses serán la protección de las personas, del territorio, del medio ambiente y de los derechos de la ciudadanía. Además, en el encuentro que mantuvo el pasado jueves con la presidenta del Govern, Negueruela le propuso a Prohens llegar a tres grandes acuerdos, en concreto, por un nuevo escudo social, por la vivienda y por la lengua.
Ese mismo jueves, Prohens se reunió también con la portavoz de Vox, Idoia Ribas; el portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, y el de Més per Menorca, Josep Castells, así como también con la diputada de Unidas Podemos, Cristina Gómez, y el diputado de Sa Unió, Llorenç Córdoba. Por último, la presidenta del Govern se entrevistó asimismo con el portavoz del PP, Sebastià Sagreras. Todos ellos expusieron a Prohens cuáles son sus respectivas propuestas en este inicio del curso político.
Como era de esperar, las mayores discrepancias entre las formaciones de izquierda y el PP se centran ahora mismo en la eliminación del requisito del catalán en la sanidad y en la prevista derogación de la denominada Ley de Memoria Democrática, que fue aprobada por el Pacte en 2018. En su momento, el Partido Popular votó a favor de un 20 por cien del articulado de dicha ley, se abstuvo en otro 20 por cien y votó en contra del 60 por cien restante.
En cualquier caso, Prohens ve factible poder suscribir diversos acuerdos con la oposición en esta legislatura. En ese sentido, la pasada semana ofreció a todos los partidos trabajar conjuntamente en la consecución de un gran pacto social y político por la salud. Asimismo, mostró su predisposición a incorporar mejoras en las medidas anunciadas en materia de vivienda y también se comprometió a estudiar las propuestas que los distintos portavoces parlamentarios le hicieron llegar sobre otras cuestiones.
A la espera de la posible llegada de próximos consensos, la presidenta autonómica ha defendido en estos últimos días la gestión llevada a cabo hasta ahora por el nuevo Govern, que ha incluido medidas como la eliminación del Impuesto de Sucesiones o la gratuidad en la etapa educativa de cero a tres años. "Estamos cumpliendo aquello que dijimos que haríamos, estamos cumpliendo con nuestra palabra", afirmó Prohens el pasado lunes.
Con independencia de la actividad estrictamente parlamentaria, cada partido deberá afrontar, además, sus propios retos. Así, el PP intentará demostrar que sigue fiel a su perfil centrista, que ha sido puesto en duda por socialistas, ecosoberanistas y diversos analistas a raíz de su pacto con Vox. Dicha formación, por su parte, tendrá que procurar zanjar las disputas personales que ha habido en su seno, que parecen estar en camino de resolverse gracias a la mediación del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne.
En el caso del PSIB, su mayor problema radica en el hecho de que su actual secretaria general e indiscutible líder, Francina Armengol, no puede seguir ya el día a día de su partido con la proximidad necesaria desde su nombramiento como presidenta del Congreso. De momento, Armengol intenta hacer frente a esta circunstancia apoyándose en su círculo de mayor confianza en el PSIB y en la Cámara regional, si bien habrá que esperar para ver si ese plan resulta efectivo o no para Armengol a medio plazo.
En cuanto a Més per Mallorca, deberá perfilar cuál será su estrategia de oposición, si moderada o radical, teniendo en cuenta que gracias a su alianza con Sumar dispone ahora por vez primera de un diputado en el Congreso, Vicenç Vidal, que da su apoyo al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Más difícil será el reto de la única diputada de Unidas Podemos, que intentará mantener la llama de esta formación en Baleares, pese al crítico momento que está pasando desde los comicios del pasado 28 de mayo.
Por todas las razones citadas, este incipiente curso se presenta, en principio, bastante apasionante y complejo al mismo tiempo. A partir de mañana, los ciudadanos, los analistas y los propios representantes políticos podrán ir valorando y puntuando ya la labor que se desarrollará en la Cámara regional. Si lo desean, podrán hacerlo, además, como se hacía antes, calificando del cero al diez, ahora que las notas numéricas escolares han sido también recuperadas por este nuevo Govern.