OPINIÓN

Lorenzo Santamaría tiene un disco de oro

Armando Pomar | Domingo 03 de septiembre de 2023
Ya se anuncia el concierto de despedida de Lorenzo Santamaría. El más famoso de nuestros cantantes. Se retira por muchas razones. La edad, que no perdona. La voz, que tampoco. Pero sobre todo, porque ya ha pasado su tiempo. Los viejos roqueros nunca mueren, dice la canción. Pero lo cierto es que solo se sobrevive si el público así lo desea. Se va Llorenç, y yo me doy cuenta, que también me voy. Ya no recuerdo el año, pero sería en los 80, cuando un programa de Radio Juventud, que presentaba Vicente Clavijo, pidió a los oyentes que votasen al mejor cantante del año. Ganó Lorenzo Santamaría. El premio fue un disco de oro. Una plancha de oro, del tamaño de un disco de 45 rpm, de 18 quilates, que fabricó el taller de Piña Grau, en Palma. Clavijo le entrego el premio en la Discoteca 45 de Gomila. En aquel momento, no existía Internet, los delegados de las compañías discográficas que visitaban Palma, nos dijeron que creían que era el único disco de oro, auténtico de oro macizo, de todo el mundo. Muchos años antes, cuando Lorenzo era el líder de los Z66, se pasaban el verano dando conciertos en todos los pueblos de Mallorca. Eran los mejores. En Pòrtol, mi pueblo, el 16 de julio se celebraban las fiestas patronales del Carmen. Todas se hacían en la plaza del pueblo, delante de Cas Tord. Mi casa estaba en uno de los lados de la plaza. Desde mi cochería, se entraba en la plaza por un lateral. Varios años, Los Z, se preparaban en la cochería y entraban al concierto por mi corral. Los amigos de mi niñez y yo, nos pasábamos el concierto mirando la cara de Lorenzo iluminada por unos focos de colores. Como que nos habían dicho que se drogaba, creíamos ver en su cara de colores, los efectos de la droga. Estábamos alucinados, y nunca mejor dicho, por el espectáculo de la música, los trajes, las caras y todo lo que daba de sí el concierto. Por cierto, que muchos jóvenes del pueblo bailaban las canciones. Por ejemplo, aun recuerdo como bailaban Noches de blanco satén. Han pasado dos generaciones. He puesto en el plato giradiscos, su versión de Carnaval, que lleno las pistas de las discotecas durante muchos años. Creo que se merece un homenaje. No solo por su trabajo, también porque fue el primer embajador musical, de nuestra Mallorca, después de los Valldemossa. También por su apuesta por nuestra lengua. Santamaría fue el primer cantante, antes que Serrat, que grabó Mediterráneo en catalán. Creo que, IB3 TV, debería prepararle un homenaje. Recordad que, en 2018, presentó una seria titulada tal com érem. Y ahora, se nos va a descansar. Gracias a las nuevas tecnologías, los más jóvenes podrán descubrir a ese roquero, moreno, guapo, y atlético que aún es Lorenzo Rosselló Horrach.

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