Según ha informado la Guardia Civil, los hechos tuvieron lugar este pasado viernes alrededor de las 15.30 horas cuando un pasajero, que no estaba atendiendo a las instrucciones de la tripulación, le comunicó a otro que había colocado una bomba en la aeronave.
Inmediatamente y por orden del comandante, se procedió a desalojar a todos los pasajeros y con las unidades del GEDEX de la Guardia Civil y perros, se inspeccionó el avión en el que no se encontró ningún indicio de explosivo.
El hombre no fue detenido y ha sido ingresado en la unidad psiquiátrica del Hospital Universitario Son Espases.
El vuelo, que se dirigía al aeropuerto holandés de Rotterdam, finalmente pudo despegar cuatro horas más tarde.