EDITORIAL

Basura en el mar

Martes 08 de agosto de 2023

Sólo durante el mes de junio, el servicio de limpieza del litoral dependiente del Govern retiró más de 5,6 toneladas de residuos de las costas de Baleares. 22 embarcaciones cubren el servicio destinado a la prevención y el saneamiento de las aguas de baño en las playas de las Islas: 10 en Mallorca, cinco en Ibiza, otras tantas en Menorca y dos en Formentera.

De todos los residuos recogidos de las aguas, el plástico es el material que se ha retirado en mayor cantidad, representando el 44 por ciento de todos los residuos recogidos; el resto son maderas, vegetación, residuos orgánicos o aceites. El dato coincide con la ingente contaminación por plástico que sufren los mares de todo el mundo. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que los océanos reciben unos 13 millones de toneladas de plástico cada año, lo que equivale a descargar un camión de basura en el océano por minuto.

Los plásticos que se encuentran en superficie son sólo son la punta de iceberg, ya que representan menos del 15 por ciento de todos los plásticos que hay en el mar. De hecho, se han encontrado plásticos hasta en las zonas más profundas, a más de 10.000 metros de profundidad.

Esta contaminación es especialmente preocupante, ya que una vez que los objetos de plástico llegan al medio marino tardan entre décadas y cientos de años en degradarse, produciendo efectos altamente perjudiciales para la fauna, ya sean peces, mamíferos o aves.

La situación es alarmante en entornos como el balear, una comunidad -como es obvio- estrechamente ligada al mar por su particular geografía y por su dependencia de las actividades en las que el litoral adquiere un peso determinante, como es el turismo. Es por ello que, a la limpieza que realizan servicios como el de las barcas encargadas de retirar la basura del agua, sería esencial sumar actitudes que prevengan y eviten que tanto plástico acabe en nuestro mar. Los plásticos proceden en su mayoría de la navegación marítima o los vertidos en ríos, pero también llegan desde las playas.

A los comportamientos personales encaminados a no ensuciar el entorno cabe aunar servicios de recogida de residuos que no siempre existen en nuestras playas, sobre todo en lugares en los que han desaparecido o se han reducido concesiones de servicios que -junto a hamacas y sombrillas- incluían la limpieza.


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