Publique mi tesis doctoral durante la pandemia.
Ya advertía, que era el momento de plantearse el futuro del modelo turístico de Mallorca. Ahora, tres años después, nadie ha hecho nada.
Advertí al Pacte, que pasada la pandemia, el problema de la saturación turística volvería con más fuerza. Y no me hicieron caso.
Ahora, la presidenta Prohens, declara que le preocupa el problema y que buscara soluciones. Y eso que es liberal.
De la saturación humana y turística habrá que tomar medidas drásticas. Las consecuencias reales son la gentrificación, la saturación de carreteras, de playas, de enclaves históricos, de zonas de ocio y de calles comerciales.
No cabemos.
Esta isla se ha convertido en un destino muy deseado, tanto para vivir, como para descansar.
Cada dia subirán los precios de los inmuebles. Cada día subirán los precios de los productos, provocados por el aumento de la demanda.
Por cierto, el principio de Adam Smith, que dice que el aumento de la demanda baja precios, no se cumple en el caso de Mallorca. Cuanto más aumenta la demanda de tierra, vivienda, artículos de necesidad, ocio, etc., más suben los precios.
Ya lo dijo Toni Riera, de la Fundación Impulsa, Mallorca es un caso paradigmático que merece un estudio singular. Tanta medida ecologista, tanta campaña en contra del turismo, tanto acoso a los empresarios, y al final, es la gente, el pueblo llano, el ciudadano, el que decide venir de vacaciones.
Y ahora, qué.
Ahora no se cumple el principio del derecho a la ciudad. Un paradigma que intenta defender el derecho de una familia normal, con hijos, con una renta mínima, a poder venir de vacaciones a Mallorca una semana en verano. Ya, no pueden.
Los precios que deben pagar son tan altos que es imposible. Bien y ahora qué, les seguimos echando la culpa a los hoteleros?, a los propietarios de viviendas vacacionales legales, la culpa es del PP, como siempre???. Y a partir de mañana, cuando sepamos quién va a gobernar, si es la derecha, ya verán ustedes la cantidad de organizaciones y movimientos sociales, vecinales, ecologistas, los llamados democráticos, que pondrán el grito en cielo y convocarán manifestaciones en contra del turismo.
Estos años, en que ya sabíamos que no cabíamos, muy poca gente, entre ellos, el GOB, Palma XXI y Terraferida, advertían del peligro de la sobreocupación. Pero como soy periodista, también recuerdo conversaciones con el que fuera Conseller de Turismo, ahora Alcalde de Palma, Jaime Martínez, que consideraba urgente llegar a un pacto de estado con la izquierda para limitar la llegada masiva de turistas, aumentar la calidad y capacidad económica de los mismos, pero sin olvidar que debe haber una oferta económica para la gente normal. Y eso pasa, por eliminar el control de los Turoperadores.
Ellos son los que compran las plazas, de año en año, a precios bajos para comercializarlas entre gente joven, sin dinero. Ese es el turismo que provoca las situaciones indeseables. Otro día, si ustedes me lo piden, les explicaría mi teoría para cambiar el modelo. Pasar de la dependencia de la demanda, a ser quien controle la oferta.