¿Cuál sería el principal objetivo de la asociación que ahora preside?
El principal objetivo de la Playa de Palma es que la Administración pública tenga voluntad política de hacer un cambio de modelo turístico y eso se consigue con una inversión pública paralela a la inversión privada.
¿El reciente cambio político en Baleares puede favorecer ese propósito?
Con la Administración pública siempre se ha de luchar todo, sea de un color o de otro. Dicho esto, yo creo que este cambio político será positivo para que se vea una disposición más en favor del turismo que la del anterior Govern.
¿Qué le piden al nuevo equipo de gobierno del Ajuntament de Palma?
Bueno, el pasado jueves tuvimos ya una primera reunión con el alcalde, Jaime Martínez, y con el teniente de alcalde de Cultura, Javier Bonet, en la que les trasladamos nuestra preocupación por el problema de seguridad en la zona. Nosotros tenemos un problema de incivismo muy grave.
¿Cuál fue la respuesta del alcalde?
El alcalde nos prometió que durante estos próximos años intentará ampliar en 300 el número de efectivos de la Policía Local, que creo que ahora ascienden a 600 en total.
¿Le planteó alguna otra propuesta al primer edil?
Sí, también relativa a la cuestión de la seguridad. En concreto, le expliqué que en Amsterdam hay un sistema de sanción que permite multar y cobrar al momento por cualquier denuncia que se haga en la calle. Si en Palma se hiciera igual, los turistas actuarían de otro modo, porque sería un mensaje que enviaríamos directamente al país emisor.
"En la Playa de Palma tenemos un problema de incivismo muy grave"
¿Y en Palma qué criterio se sigue?
En Palma tenemos una ordenanza municipal según la cual no se permite beber en la calle, es decir, hacer el botellón. En ese sentido, pedimos que dicha ordenanza se haga cumplir, porque muchos otros problemas provienen del incumplimiento de esa norma.
¿El incivismo es quizás entonces el detonante de otros problemas?
Así es, sí. Hay toda una serie de rémoras que aparecen a causa del incivismo. Si la playa está llena de gente borracha, luego hay prostitutas, trileros, venta ambulante e incluso venta callejera camuflada para vender drogas. Todo esto viene a raíz del principal problema, que es la permisividad de la Administración y la opinión pública ante el hecho de que se beba en la calle.
¿Les preocupa también el tema de la limpieza?
Efectivamente. En la actualidad tenemos una limpieza muy precaria en la zona. El mantenimiento por parte de Emaya no es bueno. Por tanto, hoy por hoy tenemos una doble sensación de inseguridad y de suciedad. Tenemos una Playa de Palma sucia. Dicho esto, consideramos que debemos dar ahora un margen de confianza al nuevo equipo de gobierno municipal, que sólo lleva unas pocas semanas en Cort.
¿Cuál debería ser el futuro de la ecotasa?
Bueno, de momento el nuevo conseller de Turisme ya ha anunciado que la tasa turística volverá a ser finalista. Con esto se conseguirá recuperar el sentido originario con el que se creó este impuesto. Como sabe, nosotros hacemos el trabajo de recaudación en los hoteles y luego es el Govern el que decide a qué se dedican posteriormente esos recursos.
¿Cree que habrá un cambio en la promoción turística que lleva a cabo el Consell?
Por lo que respecta a la promoción turística que lleva a cabo el Consell, en la institución insular hay ahora gente muy preparada, que ha trabajado en el sector turístico, por lo que creo que será más fácil colaborar con personas que tienen esa experiencia previa, con una hoja de ruta muy parecida a la hoja de ruta que tenemos aquí en la asociación hotelera, que es un cambio de modelo turístico para tener un activo de calidad.
"Consideramos que debemos dar un margen de confianza al nuevo equipo de gobierno municipal de Cort"
Los empresarios hoteleros han hecho muchas inversiones en la zona en estos últimos años...
Así es. Hay que recordar que en su momento, gracias a la primera ley turística, se permitió que se pudiera ampliar el número de plazas turísticas si se subía la categoría de los hoteles. Eso favoreció una tendencia de mejora de la Playa de Palma, ya que prácticamente todos los hoteles se reformaron o se reconvirtieron. Ahora mismo hay en la zona, por ejemplo, siete hoteles de cinco estrellas. En ese contexto, creo que a corto plazo se tendría que hacer una norma paralela, que se adecúe un poco a la gastronomía y al comercio.
¿Esto último lo ve factible?
Según la percepción que tuve de mi reciente reunión con el alcalde, creo que el nuevo equipo municipal tiene la intención de empezar con una ordenanza para la primera línea, para que haya una fachada marítima con una estética acorde a la inversión ya hecha.
¿Qué más se podría hacer?
Bueno, aparte de la asociación hotelera, nosotros tenemos varias patronales en la zona. Por una parte, tenemos una marca de calidad que se llama Palma Beach, que trabaja paralelamente para tener este turismo de calidad, y, por otra parte, tenemos la asociación de restauración, que igualmente trabaja con esa misma hoja de ruta.
¿Y a partir de ahí?
A partir de ahí, se trata de trasladar todos esos mensajes que tienen estas patronales hacia el propio destino. Piense que tenemos una playa de más de seis kilómetros, dos marinas a cada lado, la posibilidad de hacer una fachada marítima increíble o espacios adecuados para hacer deporte y cultura.
Es un marco muy atractivo...
Si el listado de propuestas que tenemos se hiciera realidad, nos convertiríamos en una de las mejores zonas del Mediterráneo, por no decir la mejor.
"Si el listado de propuestas que tenemos se hiciera realidad, nos convertiríamos en una de las mejores zonas del Mediterráneo"
¿La colaboración público-privada sería esencial en este contexto?
Dicha colaboración es siempre esencial para cualquier zona turística. Si no se hace una inversión público-privada y si ambos ámbitos no van de la mano, es completamente imposible acometer proyectos de gran envergadura. Por ello, tiene que haber mucho contacto con la Administración, se han de tener las ideas claras y se ha de ir con una hoja de ruta muy parecida.
¿Por qué es necesaria una hoja de ruta muy parecida?
Porque si no, nos podremos quejar del incivismo o podremos decir que hacemos inversiones millonarias en la zona, pero si unos van hacia un lado y otros van hacia otro lado, al final no se conseguirá nada.
Nos encontramos en el ecuador de la temporada turística. ¿Cómo está yendo hasta ahora?
La actual temporada está siendo muy parecida a la del pasado verano, que fue buena. Por otra parte, estamos teniendo unos números muy parecidos a los del 2019. Por lo que respecta al porcentaje de ocupación, ahora mismo podríamos hablar de entre un 75 por cien y un 80 por cien. También es verdad que las previsiones que se tenían al inicio de esta temporada, en marzo o abril, eran mejores de lo que al final está pasando.
¿La alta inflación les sigue afectando?
La inflación aún nos afecta, sí, pues una buena parte del turismo que tenemos es de 'last minute', de personas que no hacen reservas anticipadas y que reservan en el último momento. Ello se debe a que dichas personas esperan a saber si tendrán capacidad económica para poder irse de vacaciones o a que están buscando ofertas de último momento.
¿Cuál ha sido el incremento de los precios hoteleros con respecto a la temporada anterior?
Los precios se han incrementado entre un siete y un doce por cien, pero los costes fijos y los costes variables que tenemos han aumentado también poco más o menos igual. A ello habría que añadir que recientemente hemos tenido una modificación del convenio de hostelería.