OPINIÓN

Por un equilibrio social y demográfico

mallorcadiario.com

Agustín Buades | Domingo 09 de abril de 2023

España es el país que menos ayuda a las familia y es uno de los países de la UE con menor tasa de fecundidad. El descenso de la natalidad es mas pronunciado cuanto menos ayudas a la familia existen en un país y que las ayudas por hijo tienen una clara incidencia en el ratio de fertilidad.

España sigue aplicando una ayuda por hijo a cargo restrictiva y discriminatoria. Mientras en Europa la universalidad de las ayudas es un hecho, en España la mayoría se limita con bajos niveles de renta, convirtiéndolas en ayudas a la integración social, no de apoyo a la familia.

Sólo una octava parte de las familias españolas pueden recibir la ayuda. Mientras el 75% de las familias europeas tienen acceso a dicha ayuda, sólo una octava parte de las españolas pueden recibirla.

Al mismo tiempo, mientras más del 70% de las naciones europeas dan esta ayuda de forma universal, España no sólo está en el grupo que discrimina a parte de sus familias, sino que establece unos límites de renta tan exiguos, que la hacen inaccesible a la mayoría de las familias.

Los límites son tan ridículos que hace que una familia española en la que ambos cónyuges cobrasen el Salario mínimo (SMI) superarían este límite de ingresos y por tanto estarían excluidos de la citada ayuda.

La “cuantía ridícula” que perciben las familias españolas por hijo a cargo, 24,25 euros por mes para rentas inferiores a 11.000 euros está muy alejada de los 120 euros al mes (y universal) de media que le destina.

España sólo supera con esta ayuda a países como Portugal, Grecia o países de la ampliación como Letonia o Bulgaria, con un nivel económico muy inferior y donde esa ayuda puede resultar más importante.

La ayuda que otorga el Estado español a las familias por hijo a cargo es muy inferior al coste real de cuidado de un hijo, que se ha ido incrementando con el tiempo.

Así, mientras el coste destinado por las familias para el cuidado de los hijos se ha incrementado en un 25% en los últimos 6 años, pasando de ser 4.359 euros en el año 2.000 a 5.456 euros en el año 2006, con un incremento del 25% en estos 6 años, la prestación familiar por hijo a cargo ha permanecido congelada desde el año 2.000.

España debe tomar medidas cuanto antes. Es necesario establecer como medida básica de política familiar (y al mismo tiempo colaborará a una mejora de la demografía) una ayuda por hijo universal, extensible en caso de estudios o paro más allá de los 18 años, con una cantidad suficiente (125 €/mes) y modulable en función de las necesidades específicas de la familia: familias numerosas, con bajos ingresos, etc.

Esta ayuda no solo beneficiará al equilibrio social y demográfico, sino que representa la mejor forma de que la sociedad colabore a hacer efectivo el derecho de las familias a tener los hijos que deseen (actualmente las mujeres querrían tener un hijo más de media).


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