OPINIÓN

Serotonina, dopamina y oxitocina, lo que no te ofrecen los políticos

Juan Antonio Tormo | Lunes 05 de diciembre de 2022

Serotonina para que el cerebro funcione bien y tengamos un equilibrio emocional, dopamina para tener sensaciones placenteras y relajación, por último oxitocina para dar cariño a las personas de nuestro entorno.

Todo ello lo produce nuestro cuerpo, es lo que nos hace falta para ser felices, le podríamos añadir también la endorfinas para aliviar el dolor, pero lo que tenemos que tener claro es que, no dependemos de nadie para sentirnos bien.

Una vez dicho esto, cuando oigo hablar estos días a muchos políticos, no creo que sean sustituyentes de estas sustancias, ni tan siquiera un mal placebo para llevarnos a dónde nos lleva nuestro cuerpo, en todo caso lo que están haciendo es todo lo contrario, creando desasosiego con sus formas de proceder.

Jen Jacques Rousseau ya lo decía en 1.700 “lo que siento que es bueno, es bueno. Lo que siento que es malo, es malo”. Puede parecer simple pero es contundente y lo podemos comprobar estos días fijándonos por ejemplo en los efectos de esta época de Navidad, que aunque desgraciadamente no es buena para todos por diferentes circunstancias, para muchos les aporta mucha felicidad. Las reuniones con tus seres queridos, las cenas de compañeros, el salir a ver las luces, tomar un chocolate caliente, ver una película al mismo tiempo que ves llover en la ventana, son pequeños detalles que si que nos hacen segregar sustancias para ser felices.

No así lo hacen las noticias que vemos en los Telediarios, digitales, diarios o radios, en dónde lo más parecido a segregarnos sustancias beneficiosas es, no quitarnos el apetito por lo menos.

Tenemos derecho a ser felices, en Navidad y todo el año, pero ahora en estas fechas tenemos un escenario en dónde a poco que le saquemos el lado bueno, podemos conseguir por lo menos parte de esa felicidad.

Ya ven, lo de hoy se aleja de muchas de las publicaciones que suelo hacer, paso de meterme con el cafre de turno, tengo todo el año para hacerlo, pero hoy reconozco que me ha invadido el Espíritu de la Navidad o algo muy parecido, por lo que termino este artículo, me pongo a ver una buena película, tomando un buen helado, mientras que oigo el leve chasquido de las gotas en el cristal de la ventana y que mi cuerpo genere sustancias buenas por doquier, yo se lo agradeceré y espero que a ustedes les pase lo mismo.


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