OPINIÓN

Iván Sevillano, chapuzas a domicilio

Joan Miquel Perpinyà | Miércoles 09 de noviembre de 2022

Resulta muy preocupante que el Departamento de Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca haya habilitado un carril especial Bus-VAO en la autopista Ma-19, en sentido de entrada a Palma, de una forma tan poco meditada, injustificada y sin consenso. Tan mal se ha hecho que, pocos días después de su entrada en funcionamiento, ante el colapso generado y las duras críticas recibidas por parte de colectivos de conductores profesionales como taxistas y transporte discrecional, el conseller Iván Sevillano, máximo responsable político de tan peregrina actuación, ha tenido que recular y aceptar hacer cambios en la señalización, algo que se hubiese evitado si hubiese escuchado a los afectados antes de lanzarse al vacío.

Pero como estamos ante una medida netamente política que no soluciona ninguno de los problemas de saturación viaria que sufren de forma generalizada todas las grandes vías de acceso a la capital, se persiste en el error de mantener el polémico carril especial, con el teórico y falaz fin de fomentar el transporte público y el uso del vehículo compartido.

¿Alguien puede creer de verdad que un conductor dejará de usar su vehículo particular porque se haya habilitado ese ridículo carril Bus-VAO de cuatro kilómetros de longitud, entre el aeropuerto y el paseo marítimo? En absoluto, porque lo que uno se ahorra en ese minúsculo tramo de autopista, no compensa los inconvenientes de prescindir del coche privado.

Si de lo que se trata es de fomentar el transporte público, la medida más efectiva es mejorarlo y hacer que suponga, realmente, una alternativa al vehículo particular, algo que ahora mismo no es para mucha gente que lo necesita para trabajar.

Que haya un carril como el que se ha habilitado de forma tan a la ligera y sin calcular las consecuencias negativas que, a buen seguro, iba a acarrear, no disuade en absoluto del uso del coche particular a todo el que lo necesita para moverse por Palma. Ni hará que un número relevante de conductores decidan compartir vehículo. Estamos hablando de cuatro kilómetros de autopista en una red viaria que ya soporta una notable saturación, principalmente en la vía de cintura y en los accesos más importantes a la ciudad. Todo lo contrario, porque ya se está viendo que muchos usuarios, para evitar caer en la trampa que supone el invento de Iván Sevillano, optan por desviarse por otros accesos, incluso en vía urbana, como el del Coll d’en Rabassa y es Molinar. Un absoluto despropósito.

En su cruzada contra el vehículo privado, el Consell de Mallorca ha optado por implementar a las bravas medidas ideológicas como el carril Bus-VAO, en lugar de actuaciones prácticas que solucionen el problema. Y por eso ahora se apresuran a modificar su proyecto inicial, para atenuar las críticas de los usuarios profesionales que se ven más perjudicados por el colapso circulatorio causado por el departamento que dirige Iván Sevillano con tanta ineptitud e incompetencia.


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