Todos sabíamos que su larga carrera tenística llegaba a su fin, pero a la vez esperábamos ese último partido, esa última final para despedirle con todos los honores. Al final se retira jugando la Laver Cup, que sin duda será un día emocionante, aunque para todos ya es una Leyenda.
20 Grand Slams y 6 Copas de Maestro, son parte de sus logros, pero no quiero dar cifras hoy, sino hablar de sensaciones, esas que recibes cuando sale a la pista de tenis alguien como Roger, siempre he mantenido que si James Bond jugase a tenis se llamaría “Roger Bond” porque es la elegancia personificada, el buen gusto, salvando su primera etapa que incluye alguna rabieta en pista, el resto de su carrera es un modelo para cualquier joven tenista.
Tampoco voy a hacer comparaciones con los demás tenistas, sobre todo con nuestro Rafa, de el ya he escrito varias veces y todos conocen mi devoción por el. Pero hoy se retira alguien muy especial, miren ustedes, si como aficionado a la practica del tenis me pidieran en que jugador me querría reencarnar no tendría duda, ese es Federer, porque entre otras razones hasta que llego el yo veía este deporte como muy sacrificado, viendo llegar al límite a los jugadores, yo mismo nunca he podido ganar un partido de manera cómoda, siempre me he dejado la piel, sin embargo este tipo ganaba SIN SUDAR y yo me decía “no te creo” “anda ya” faltaba un juego para terminar el partido y no le veía ni una mancha de sudor, no se había alterado para nada en el partido, parecía que esperaba que le sirvieran un te, en vez de beber agua como un condenado, que es lo que hacen el resto de mortales.
En fin que les voy a decir, ganar con esa facilidad, dibujando golpes, en vez de zurrarle a la bola, acariciarla en vez de maltratarla, sacando a pasear un revés letal y una derecha mortal de necesidad, al terminar ponerse una chaqueta de marca, en la muñeca su Rolex y salir conduciendo su Aston Martin para ir a cenar, eso es tener clase y “maldita sea” es lo que a uno le hubiera gustado vivir, para que negarlo.
Roger, muchas gracias de todo corazón por habernos ilusionado, disfrutado y llenado esas tardes de tenis que nos hacían olvidar todo lo malo que pasa en este Mundo, el tenis ya tiene otro mito que entra en el Olimpo de los Dioses y se llama Roger Federer.