Se trata de la "Operación Jungle” que arrancó el pasado mes de junio con el primero de los hurtos: un robo al descuido de una turista en la terraza de un local de la Plaza Mayor.
No fue la única vez que elegían dicho local: hasta en tres ocasiones más regresaron al mismo para robar, pero siempre dejando transcurrir un tiempo prudencial para no levantar las alarmas de los camareros.
Paralelamente, fueron perpetraron el resto de los delitos: dos en un hotel del centro de Palma -donde robaron el equipaje de clientes que abandonaban el establecimiento- y otro en un local del Paseo Marítimo a un turista que llevaba mucho dinero en efectivo en una bandolera;.
En cualquier caso, el gran golpe lo dieron contra una familia de turistas que había dejado todas sus pertenencias en el coche de alquiler aparcado en La Lonja. Al volver al vehículo, se lo habían desvalijado entero.
Según datos de la Policía, los dos detenidos habrían conseguido un botín de 2.000 euros en efectivo, además de numerosos teléfonos móviles, tablets, air pods, carteras, bolsos y maletas de marcas de lujo. En total, alrededor de 20.000 euros en hurtos, aunque la cifra podría aumentar si se demuestra su participación en otros hechos delictivos.
Fueron los agentes de la Comisaría de Centro quienes se encargaron de detenerlos. Inicialmente aseguraron ser marroquíes, aunque uno de ellos -que cuenta con numerosos antecedentes por hechos similares- también ha dicho ser argelino e irakí.
En todo caso sí se ha podido determinar que ambos se encuentran en situación irregular en España, y la Brigada de Extranjería está tramitando los correspondientes expedientes administrativos por infracción a la Ley de Extranjería que podrían acabar en expulsión del país, al margen de los procesos judiciales que les esperan por los hurtos.
En la operación, la Policía Nacional ha contado con la colaboración de la Policía Local de Palma.