El belga Remco Evenepoel (Quick Step Alpha Vinyl) fue aclamado como nuevo rey de la Vuelta a España una vez finalizada la vigésima primera y última etapa, entre La Rozas y Madrid, de 96,7 km, en la que se sumó a la fiesta el colombiano Juan Sebastián Molano (UAE Emirates) con una prestigiosa victoria al esprint.
Una etapa de homenaje y fiesta en honor del portador del jersey rojo que desembocó en un esprint masivo en el que terminó brazos en alto Juan Sebastián Molano (Paipa, 27 años), quien se impuso en una llegada muy disputada con un tiempo de 2h.26.6, a una media de 39,6 km/h, por delante del danés Mads Pedersen (Trek) y del alemán Pascal Ackerman (UAE).
No fue una llegada cualquiera, pues entre las emociones encontró una parcela grande la última meta para Alejandro Valverde, quien se despidió de la Vuelta con 42 años y 16 participaciones, la primera de ellas en 2002, y sin olvidar la victoria de 2009. "Esto es increíble, he disfrutado hasta el último metro", señaló 'El Bala'.
Evenepoel subió al podio instalado junto a Cibeles acompañado de Mas y Ayuso. Una foto histórica, pues desde 1977 con Freddy Maertens, no ganaba un belga la Vuelta, ni una grande por etapas. El último fue Johan De Muynck en 1978 como ganador del Giro de Italia.
En plena penumbra del ciclismo español, ávido de relevos para la generación de oro de los Valverde, Contador, 'Purito' Rodríguez y compañía, la Vuelta esperaba como agua de mayo el estreno de sus dos principales esperanzas, Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, y con incertidumbre la actuación de Enric Mas después de su bache mental en el Tour.
Pocos hubieran firmado cuando la Vuelta partió de Utrecht el pasado 19 de agosto que el 11 de septiembre dos españoles iban a estar en el podio. La realidad fue mejor que las expectativas. Mas, recuperado de sus fobias a los descensos, y en modo algo más ofensivo que otras veces, logró un meritorio segundo puesto, el tercero en su palmarés en la Vuelta. A sus 27 años, y con un quinto y sexto puestos en el Tour, aún espera dar un alto de calidad.
En el resto de clasificaciones el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) se llevó el premio de la montaña, el maillot verde de la regularidad fue para el danés Mads Pedersen, el blanco de mejor joven lo ganó Remco Evenepoel y por equipos se impuso el UAE Emirates.
Carapaz, quien ya anunció su despedida del Ineos para irse al EF Education, dio un recital en tres jornadas concretas. Llegó con el objetivo de luchar por el maillot rojo, pero pronto se despidió de sus opciones. El plan B lo ejecutó a la perfección, logrando tres etapas a su estilo, es decir, atacando y llegando en solitario. Para el recuerdo su triplete en Peñas Blancas, La Pandera y Navacerrada.
El jersey de la montaña le llegó a Carapaz heredado del australiano Jay Vine, quien yendo líder se cayó y hubo de retirarse. El ciclista "aussie" había hecho un brillante doblete en Pico Jano y La Fancuaya.
El rey del esprint fue sin discusión Mads Pedersen (Trek Sehafredo), implacable en Montilla, Tomares y Talavera, pero en Madrid no pudo lograr su cuarta victoria, lo que le hubiera puesto al frente en triunfos parciales.
Tras acabar la carrera, Enric Mas (Movistar) ha confesado que "viniendo de donde venía", tras sus caídas en diferentes carreras y los miedos en los descensos en el Tour de Francia, el segundo puesto obtenido en la Vuelta 2022 ha sido "muy bonito" para él y para su equipo.
"Viniendo de donde veníamos hace 45 días, estar en el podio de La Vuelta es algo muy bonito para mí y para todo Movistar Team", dijo el balear queriendo, "ante todo agradecer a la gente" que ha estado con él "en un momento difícil como el que he vivido en los últimos meses". "A los profesionales que me han ayudado, a mi mujer, mi familia, todo el equipo y los aficionados que han estado ahí. Como comentaba ayer, Hemos ido día a día, con calma, afrontando los retos a cada paso", añadió.
"De hecho, el único día en el que había hecho especial hincapié con anterioridad a la carrera era la etapa de la Sierra de Guadarrama, en la que por desgracia las fuerzas no acompañaron. Pero el ciclismo es así; da unas de cal y otras de arena. Por suerte, en esta Vuelta las cosas han salido más o menos bien, y solo puedo estar agradecido por ello", reflexionó, recordando sus malos momentos de este 2022.
"Tirreno, País Vasco, Dauphiné, Tour… todas ellas habían traído caídas o golpes duros en lo anímico, y terminar así la temporada de rondas por etapas es emocionante y da esperanza para el futuro”, se congratuló.
Mas pasó por el AEL valenciano como cadete y por el Castillo de Onda de Castellón en juveniles, donde su talento fue detectado por los técnicos de Contador, que lo reclutaron para el equipo sub'23.
En su debut en la categoría ya lanzó un aviso, fue el mejor joven en la Vuelta al Bidasoa, y un año después se quedó a un metro de vencer al colombiano Steven Calderón. Su exhibición superó las fronteras y los ojeadores tenían dónde clavar sus ojos.
En 2016 recibió una oferta del Klein Constantia, nada menos que el filial del Quick Step, donde le ofrecieron unas condiciones irrechazables, sobre todo a la hora de ofrecerle un calendario ideal para sus condiciones.
Su progresión se estaba lanzando. En la Vuelta al Alentejo logró su primera victoria en su categoría y también se impuso en el Tour de Savoya, por delante de Tao Geoghegen, actual promesa del Sky y presente en la Vuelta.
Mas no ofrecía dudas y el Quick Step, entonces de apellido Etixx, decidió incorporarlo a la primera plantilla Worl Tour en 2017, para pedalear junto a figuras consagradas como Boonen, Alaphilippe o Gilbert.
En su primer año de profesional, Mas acabó segundo en la Vuelta a Burgos 2017, solo superado por Mikel Landa, a quien apretó las clavijas el mallorquín.
Semanas después debutó en la Vuelta, y en la etapa del Angliru intentó la hazaña. Su maestro, Alberto Contador, le echó el guante y Mas le echó una mano. El del Pinto firmó la gloria y su despedida, el de Artá tomó el relevo.
El 15 de septiembre de 2018 logró la victoria en la 20.ª etapa de la Vuelta a España, en el Collado de la Gallina, colocándose así en el segundo puesto de la clasificación general tras Simon Yates. Desde 1976, ningún ciclista mallorquín había ganado una carrera en la Grande española.
Tras participar y abandonar en su primer Tour, en 2019 llegó su fichaje por Movistar. Para los curiosos, comentar que debutó con su nuevo equipo en la Challenge a Mallorca.
Uno año más tarde, en 2020, el artarenc fue quinto en el Tour y en La Vuelta, donde se llevó el maillot blanco al ser el mejor joven de la carrera.
El año pasado, en 2021, Mas acabó sexto en la ronda gala y volvió a ser segundo en la española.