OPINIÓN

¡Lo que importa es el amor!

Beatriz Vilas | Jueves 30 de junio de 2022

Llevo casi 20 años trabajando como acompañante en el camino de la vida de empresarios, ejecutivos y personas con cierto 'poder', económico y emocional, y, curiosamente, cuando nos quedamos en silencio en mi despacho, me doy cuenta de que a todos les duele lo mismo: el corazón.

En las empresas, muchos directivos temen a que 'papá empresa' les deje de querer, quitándoles el reconocimiento del que gozan y, en el peor de los casos, el salario. En el caso de los empresarios, lo que les da miedo es perder el prestigio del cual gozan, que los demás piensen que son débiles o que no pueden con todo, y crean personajes que tapan lo que realmente les importa.

Todo esto son miedos que hacen que se pongan los zapatos de tacón para las reuniones o la corbata que les dan poder, porque, tal vez, si se mostraran en chanclas y con la cara lavada, lo perderían.

Ese prestigio y reconocimiento que les hace que pierdan el rumbo y no sepan quiénes son realmente, les importa tanto que olvidan lo que realmente es indispensable. Olvidan cómo se vivía cuando no había responsabilidades, cuando podían jugar de niños y tenían el cariño de sus padres y nadie les juzgaba por las decisiones que tomaban a diario.

Otros, tristemente, jamás tuvieron la posibilidad de sentir esa tranquilidad, pues, en cuanto tuvieron conciencia, tenían a alguien de su familia indicándoles lo que estaba bien o no.

El amor es eso que buscamos incansablemente, pero que no somos capaces de alcanzar. La mayoría de los mortales nos sentimos siempre solos, incluso estando acompañados, y tememos que, si no hacemos lo que se espera de nosotros, nos dejarán de amar. Pero lo que no sabemos es que nunca estamos solos, que siempre estamos acompañados, y que siempre hay alguien que nos quiere, aunque no alcancemos a verlo.

Cuando sentimos esa soledad es porque nos hemos alejado de Dios y de nuestro interior, de quienes somos realmente, y cuando hacemos eso sentimos una soledad infinita que hace que nos alejemos de nosotros mismos y de los demás.

Entonces, vamos como locos a buscar a alguien que nos ame y nos quiera por lo que le damos y no por quien somos realmente, porque ni nosotros mismos sabemos quiénes somos. Si tuviéramos la capacidad de saberlo, no sentiríamos esa necesidad de ser amados, acompañados y queridos, porque sabríamos que nunca estamos realmente solos.

Pero los problemas del día a día, las mentiras, las luchas y las guerras diarias, nos hacen perdernos en el camino. En el fondo, solo necesitamos amarnos a nosotros mismos y estar totalmente convencidos de que no estamos solos, y de que ahí arriba hay alguien que nos escucha y nos comprende y nos ayuda sin saberlo.

Cuando nos encontramos con nosotros mismos, nos sentimos amados y nada ni nadie podrá cambiar esa situación, dejando de sentir ese vacío existencial que la mayoría sentimos cada mañana.

Intenta conocerte y fortalecer tu autoestima y dejarás de sentirte solo y de mendigar amor, y podrás ayudar a los que tienes a tu alrededor para que se sientan así.

Siente que eres amor incondicional y comienza a darlo, y muéstrate como tú realmente eres. Desde ahí, comenzarán a sucederte pequeños milagros día a día.


Noticias relacionadas