Muchas veces pensamos que el rendimiento depende únicamente de la parte técnica, táctica y física aunque, como ya sabéis, yo añadiría la parte psicológica. Bajo mi punto de vista, todas estas partes están relacionadas entre sí, es decir, la parte técnica puede afectar a la parte psicológica y viceversa, por esto es importante analizarlas y trabajarlas juntas, no separadas.
Aunque entendamos y compartamos este punto de vista, no todo el mundo entiende el rendimiento desde esta perspectiva. Hay más factores que afectan de forma directa o indirecta al rendimiento, y estos no siempre se encuentran en el terreno de juego o dentro del ámbito del deporte.
Aquí es donde tiene cabida la salud mental, la cual siempre ha sido un tema tabú y el hecho de acudir a un profesional de la psicología para trabajar esta parte estaba muy estigmatizado. Después de muchos años de lucha para cambiar mitos, desestigmatizar y visibilizar la importancia de la psicología, hablar de salud mental es un tema más común: podemos leer y escuchar noticias sobre la salud mental en cualquier medio de comunicación así como ver a personas referentes dentro del mundo del deporte (y en otros ámbitos) hablar abiertamente sobre ello, incluso algunos hablando de experiencias personales.
No obstante, aun falta mucho camino por recorrer. Es cierto que estamos en el buen camino, pero en ocasiones he llegado a oír comentarios (los cuales no comparto) diciendo que la salud mental está de moda. Este hecho me preocupa, ya que muchas veces pienso que se está viralizando pero sin darle la importancia que realmente tiene. La salud mental es mucho más que modas, afecta a la salud de las personas, y en ocasiones llegando a poner la vida en juego.
Muchas veces pensamos que los/as golfistas profesionales no tienen preocupaciones y muchos/as de nosotros/as queremos ser como ellos/as y tener la vida que tienen. Nada más lejos de la realidad, ya que queremos la parte de su vida que es visible y la que suponemos que tienen. Pero esto no es así: son profesionales, pero no dejan de ser personas con sus problemas, preocupaciones, contratiempos, etc., que pueden generarles malestar e incluso algún problema a nivel psicológico.
Es muy habitual ver a estos/as deportistas cuidar su salud física, entrenando la parte física con un preparador que les dirige los entrenamientos, les corrige los errores para que no se lesionen y además les regula las cargas y los descansos.
En cambio, no es tan habitual ver a estas personas trabajar y cuidar su salud mental.
Cuidar la salud mental es tan importante como cuidar la salud física. Los/as deportistas profesionales son como nosotros, son personas con sus problemas y no todos/as tienen las herramientas para gestionar lo que sucede en su día a día. Nadie nace enseñado, a lo largo de nuestra vida nos van enseñando diferentes cosas.
Por ejemplo, relacionadas con el deporte se nos enseña a jugar a golf, a cómo cuidarnos para rendir más, cómo trabajar físicamente, incluso cómo comer, pero no nos enseñan cómo gestionar según qué situaciones o problemas del día a día, dentro y fuera del ámbito deportivo.
No podemos rendir si no cuidamos nuestra salud, tanto física como mental. Dar valor e importancia a esto ayudará a mejorar lo que todo/a deportista de alto nivel busca, y esto son los resultados, además de una mayor calidad de vida.
Marc Sansó Bauzà
Psicòleg de l'esport