Por primera vez en sus más de cien años de historia, el Real Mallorca ha llevado a cabo, este jueves por la tarde, un acto de homenaje a dos exjugadores del club: Salva Sevilla y Manolo Reina. A pesar de la ceremonia organizada en su honor, Salva Sevilla no se ha mordido la lengua y, micrófono en mano, ante los centenares de seguidores que han acudido a Son Moix, ha lamentado las formas en las que la entidad bermellona ha prescindido de sus servicios.
Ya con anterioridad al acto, en unas declaraciones a Fibwi4 TV, el centrocampista almeriense, que ha puesto punto y final, por decisión unilateral del club, a su etapa en el Real Mallorca, tras cuatro temporadas consecutivas, ha reconocido sentirse "decepcionado y dolido" con el director deportivo de la entidad, Pablo Ortells, y el responsable del área financiera, Alfonso Díaz, a los que ha citado expresamente.
El jugador, que a sus 38 años acaba de firmar contrato con el Deportivo Alavés, en Segunda División, donde se reencontrará con el que ha sido su entrenador en el Real Mallorca, Luis García Plaza, ha cargado duramente contra ambos directivos, de los que ha dicho que han sido "las únicas personas" que se "lo han hecho pasar mal" durante su etapa en la plantilla bermellona.
En un tono similar al que luego ha utilizado durante el acto en Son Moix, pero con referencias todavía más directas y punzantes, Salva Sevilla ha asegurado que les ha dicho "a la cara", tanto a Ortells como a Díaz, la opinión que le merece la manera en la que han procedido, ya que, según ha indicado, "nunca se ha escondido". Cabe recordar que tanto Salva Sevilla como el guardameta Manolo Reina, que han ejercido como capitanes de la plantilla, no han recibido, a la finalización de sus contratos, ninguna oferta para renovar su vinculación con el equipo de Son Moix.
Aún así, Sevilla ha dejado claro que su enfado no está relacionado con el hecho de no renovar, dado que, siguiendo el hilo de sus manifestaciones a Fibwi4 TV, "no soy ningún niño, y sé muy bien cómo funcionan las cosas en el fútbol". Sin embargo, ha reprochado tanto a Alfonso Díaz como Pablo Ortells, los principales cargos ejecutivos en la estructura directiva actual del Real Mallorca, que hayan optado por "no decirme nada en todo el año para luego, un buen día, anunciarme que le han dado muchas vueltas al asunto y que no cuentan con mis servicios". Para el mediocampista, estas formas no son admisibles, "ni con Salva Sevilla, ni con ninguna otra persona".
El veterano jugador, que, al igual que su hasta ahora compañero Manolo Reina, se incorporó a la nave mallorquinista tras el traumático descenso a Segunda B, procedente de la máxima categoría del fútbol español, ha repetido estos mismos argumentos, aunque con un menor grado de virulencia y sin citar ni a Ortells ni a Díaz, ante los aficionados que se han dado cita en Son Moix.
Visiblemente nervioso y afectado, Sevilla ha admitido que se marcha "decepcionado" del club, si bien ha agradecido el afecto y el cariño que siempre ha recibido por parte de los seguidores barralets. Estos le han ovacionado por última vez en el acto que se ha llevado a cabo, por iniciativa del club, este jueves por la tarde, en el estadio mallorquinista.
Con motivo de esta convocatoria, la entidad ha habilitado la tribuna cubierta para acoger a unos 500 aficionados que han aplaudido a rabiar tanto a Salva Sevilla como a Manolo Reina. Desde un estrado situado cerca del túnel de acceso al campo, presidido con el escudo del Real Mallorca y la palabra 'Gràcies', ambos futbolistas han escuchado las palabras del director financiero, Alfonso Díaz. El ejecutivo ha indicado que sus nombres "permanecerán ligados a nuestra historia, porque han escrito líneas maravillosas en base a un gran trabajo. Llegaron hace cinco años y fueron los primeros en venir aquí. Entonces tocaba remar y mira que remaron".
En esta misma línea, Díaz ha señalado que el presidente del club, Andy Kohlberg, los directivos y toda la masa social estarán "eternamente agradecidos por todo lo que habéis aportado en el terreno de juego. Sois leyendas y habéis dejado huella. Viva el Mallorca. Esta es vuestra casa". Seguidamente, han tomado la palabra los ya exjugadores mallorquinistas, que han sido interrumpidos en varias ocasiones por los aficionados, que les han dedicado cánticos y ovaciones. Reina, menos locuaz que su compañero, se ha limitado a dar las gracias "a todos los que habéis venido en un día un poco complicado para mí y para mi familia".
El meta, quien acabó siendo titular los últimos partidos de la pasada temporada, convirtiéndose en uno de los grandes artífices de la permanencia, ha indicado que dice adiós a "un sitio donde desde el primer día nos han tratado como a uno de vosotros. Vine hace cinco años en momentos muy complicados. He vivido situaciones maravillosas y me habéis tratado genial. Me voy con la satisfacción de haber llegado en Segunda B y dejar el equipo en Primera".
Por su parte, Salva Sevilla ha reconocido que se sentía incluso más nervioso que en el último encuentro de Liga, cuando el Real Mallorca se jugó en Pamplona sus opciones de salvación. El centrocampista ha agradecido dos exdirectivos del club, Javier Recio y Maheta Molango (exdirector deportivo y exconsejero delegado, respectivamente) el hecho de que, en su momento, le dieran "la oportunidad de jugar en este grandísimo club. Siempre he intentado dar el máximo. He llevado esta camiseta con mucho orgullo y espero que vosotros también os sintáis orgullosos de que yo la haya llevado. Me voy con la satisfacción de haber dejado al club donde se merece, en Primera División".
Ambos jugadores, acompañados por algunos de sus ya excompañeros, y también de familiares y amigos, han recibido diversos obsequios por parte del director deportivo del Real Mallorca, Pablo Ortells, y las peñas bermellonas. El acto ha concluido con Manolo Reina y Salva Sevilla firmando camisetas y lanzando balones a los aficionados, que no han parado en ningún momento de corear sus nombres.