Según el escrito del fiscal, entre octubre de 2015 y diciembre de 2016, el acusado se encontraba en su casa de campo al cuidado de la menor, de entonces siete años, cuando, simulando que se trataba de un juego, obligó a la pequeña a masajearle los genitales por encima de la ropa.
La víctima se encuentra actualmente en tratamiento terapéutico en la Sección de Infancia y Familia del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales. El 13 de enero de 2018, el Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor decretó la prohibición del encausado de aproximarse y comunicarse con ella.
Además de una pena de cárcel de cinco años, el Ministerio Público solicita tres años de libertad vigilada para el varón y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros y de comunicarse con la menor por un tiempo de tres años, así como que abone la cantidad de 3.000 euros en concepto de daños morales.