La ceremonia de entrega de los Óscar 2022 que tuvo lugar el pasado dia 27 de marzo en el Dolby Theater de Los Ángeles en horario de tarde y en España en la madrugada del 27 al 28 estuvo realzada, en todo su esplendor, por la soberbia guantá con la mano abierta de película con un magnífico swing, (movimiento de balanceo de los dos brazos y el cuerpo para golpear), digno del mejor jugador de golf ganador del Masters de Augusta que se juega en el Augusta National Golf Club, que le atizó Will Smith en toda la cara al impresentable, sinvergüenza y deleznable Chris Rock, presentador de uno de los galardones de la gala, después de que este improvisara un miserable, chabacano, cruel y mezquino comentario sobre la enfermedad autoinmune de alopecia que sufre la mujer de Will, Jada Koren Pinkett-Smith una actriz, productora, directora, cantante, compositora y empresaria de éxito en EE.UU sometida, por lo tanto, al escrutinio público continuamente. ¡Pregúntenle a una mujer el trauma que supone perder una melena o quedarse calva!
A eso se le llama “llenarle la cara de dedos”. ¡Vaya guantazo!
La pluma es más poderosa que la espada es un tópico literario (The pen is mightier than the sword) acuñado por el autor inglés Edward Bulwer-Lytton, en la obra teatral de 1839 Richelieu; Or the Conspiracy, que se estrenó en el Covent Garden de Londres el 7 de marzo de 1839 como una metonimia (figura consistente en designar una cosa con el nombre de otra con la que guarda una relación de causa a efecto) para indicar que hace más daño una parrafada, un escrito bien concebido y dirigido contra un punto débil del adversario que una estocada.
Se usa habitualmente para referirse a la primacía de los recursos literarios sobre los militares, o de la inteligencia sobre la fuerza (de un modo similar al refrán castellano más vale maña que fuerza). Aunque la forma de expresarla es original, la idea de que la expresión escrita, la expresión oral y, en general, cualquier forma de comunicación, sobrepasa en eficacia a la violencia tiene muchos precedentes.
Pues resulta que los mismos que defienden el tópico literario, con la misma intensidad, anatematizan la respuesta de Will Smith, y es una vergüenza que psicólogos, especialistas, expertos, y otros sin conocimientos ni siquiera de la historia que subyace no defiendan la ira justificada por el desprecio y a la humillación a una persona enferma.
Lo que pasó es que Chis Rock se pasó de listo, con una broma con muy poca gracia, fuera de lugar. Rock había hecho muchos méritos para lo que le ocurrió en el escenario, donde creía estar protegido. Fue algo improvisado por el humorista, sin guión preaceptado en el lugar y el tiempo escogido por el propio humorista, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, que soltó una broma a costa de la calvicie de Jada Pickett Smith, la mujer de Smith, quien lleva tiempo hablando sin reservas del sufrimiento que le supone los síntomas de alopecia que padece. “Jada podría ser La teniente O'Neill 2”, dijo Rock, antes de que la actriz pusiera los ojos en blanco y mutara su sonrisa en rostro serio, de angustia, de agobio. A Will Smith ese gesto de su mujer le cortó la primera sonrisa que se le dibujó al principio, y de improviso subió al escenario, volteó a Rock y volvió a su asiento.
Si no hubiera hecho nada hubiesen dicho que le hacía gracia el menosprecio a su mujer o los micromachismos. Le dio con la mano abierta y es un cromañon. La gente ya no sabe ni lo que dice, y la mayoría sin saber de la misa la mitad, con tanta estupidez de una actitud políticamente correcta y un pensamiento único.
El que hayas tenido algo con una mujer no le da, ni a él ni a nadie, patente de corso para zaherirla públicamente disfrazándolo de gracieta:
“Que leche debe poner
ver a la mujer que uno estima
tendida sobre un pajar
con un hijo puta encima
sin poderse levantar
....y el tío, lima que lima”.
Que un humorista de la talla de Chris Rock se mofe de las secuelas físicas de una persona enferma ante más de 15 millones de espectadores no le deja en muy buen lugar que digamos, me parece triste, punible usar el chiste, esa herramienta con tantas posibilidades, para burlarse del físico de alguien, da igual que sea un niño con gafas, una niña con brackets o un adulto enfermo. ¿Qué pensarían, los mismos que criminalizan a Will, si en la ceremonia de entrega de los galardones otorgados de forma anual por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, los llamados Premios Goya, un familiar, amigo, acompañante o similar saliera como Will hizo a ajustarle las cuentas al que públicamente hiciera un chiste burlándose de la minusvalía de Pablo Echenique ? ¿Capisci?