En estos tiempos que corren dónde todo es inmediato, las noticias falsas se propagan a una velocidad supersónica, y los likes en redes condicionan la autoestima de nuestros jóvenes y adolescentes la educación se erige más que nunca en una base fundamental que todo ciudadano debe poseer para alcanzar la libertad. La libertad entendida como capacidad de opinar con argumentos, de tener criterio propio frente a las situaciones de la vida, de poder discernir si las noticias que recibimos envueltas en aires de veracidad son ciertas o resultan ser noticias manipuladas.
La educación y el conocimiento son el arma que todo ciudadano debe poseer para poder elegir en libertad, y con criterio propio. Más que nunca la educación debe ser una política prioritaria y estratégica como país. Una ciudadanía con acceso a una educación de calidad, a una educación basada en valores e igualdad es una ciudadanía libre. En este momento de la historia, con el cambio de paradigma y la transformación digital es necesario como sociedad fomentar el aprendizaje continuo a lo largo de la vida. Adquirir nuevas habilidades no solo genera nuevas oportunidades a nivel profesional, nos ayuda a comprender mejor la sociedad actual, a adaptarnos mejor a tanto cambio. Desarrollar modelos de educación transversal, facilitar y fomentar el acceso al conocimiento actualizado y poner los medios y recursos necesarios para que ese acceso sea posible, debe ser una labor constante por parte de las administraciones públicas.
Patricia Lorente