OPINIÓN

La espantá

Opinión mallorcadiario.com

Jaime Orfila | Sábado 25 de septiembre de 2021

En esta semana han sucedido tantos acontecimientos de interés público que es difícil centrarse en alguno de ellos en concreto que destaque sobre los demás. Los hechos y las informaciones fluyen con tal rapidez que no permiten un mínimo ejercicio de reflexión sobre su trascendencia.

Por su gravedad, no puedo dejar de comentar que la falta de asistencia de la mayoría de ministros a la comisión de control parlamentario del pasado miércoles. Solo asistieron seis de los 22 ministros, ninguno de Podemos, sin que consten, en la mayoría de los casos, agendas alternativas. Es preocupante y representa una falta de respeto a los ciudadanos.

La salida del cierre del Parlamento durante el confinamiento impuesto por el ejecutivo, declarado ilegal por TC, al entender que vulneró los derechos de los diputados, no puede ser por medio de un “ejercicio de novillos” de la mayoría de ministros. Por lo demás, coincidente con el viaje relámpago, aparentemente prescindible, del Falcon presidencial a Washington.

El Gobierno más numeroso y costoso de la historia no cumple con una de sus principales obligaciones de la democracia representativa. La de dar cuentas. La pandemia, por más prevalente que sea, no puede seguir siendo utilizada como una coartada para la dejadez en acción de gobierno.

Esta espantada nos retrotrae al mes de septiembre de 2019- hace 2 años-, a la ausencia de nuestro país a la Comisión Europea cuando analizaba los desafíos que provoca la asistencia la transfronteriza.

En aquella reunión se observó que según el último informe del Tribunal de Cuentas Europeo, 200.000 pacientes europeos se beneficiaban anualmente de los sistemas implantados por la Directiva de 2011, de las que solo 11 eran son españoles. En el otro lado de la balanza, España lideraba el número de pacientes extranjeros europeos atendidos, de forma reglada, en nuestros centros, con 46.000.

Es un ejemplo palmario que el gobierno debe dejar el estado permanente de circo de interés particular, Puigdemont incluido, para dedicarse a solucionar los problemas de la gente.

Al año de interinidad pos moción de censura, se le añadieron 5 meses de parálisis institucional; a esta año y medio de pandemia.

Mientras tanto se desacelera la economía y la renta disponible para el ciudadano se está reduciendo, de la misma forma que retroceden los principales indicadores de progreso y calidad de vida. La previsión de Calviño para el 2022 no ha aguantado 48 horas.

El país no puede seguir con esta imagen de gobierno populista y ausente que vive del relato mientras los problemas - justicia, energía, trabajo, educación, salud, economía- se enquistan.

Buen finde.