Se ha anunciado la puesta en marcha de una nueva asignatura escolar la llamada “Valores Cívicos y éticos”, otro intento de reproducir la fallida Educación para la Ciudadanía de Zapatero en 2006 y que tantos padres nos opusimos y nos declaramos objetores de conciencia para salvaguardar a nuestros hijos .
Nos opusimos y nos opondremos porque expresamente se plantea como contenido y fin la formación de la conciencia moral de los alumnos con los contenidos, objetivos y criterios que fija el Gobierno en su RD y al margen del derecho constitucional de los padres recogido en el art. 27.3 de la Constitución.
Ya en el RD de la extinguida EPC se indicaba: “Centrándose la Educación ético-cívica en la reflexión ética que comienza con el entorno más próxima para contribuir, a través de los dilemas morales, a la construcción de una conciencia moral cívica”. O sea sin tener en cuenta el derecho que tenemos los padres en la educación de nuestros hijos.
Esta asignatura tiene un ámbito objetivo muchísimo más amplio que lo que indican esas falsas y engañosas proclamaciones.
Me temo que los contenidos de esta nueva asignatura supondrán que el Gobierno se atribuye el derecho a conformar la conciencia moral de todos los escolares sin contar con sus padres. Esta es la razón que hizo intrínsecamente inadmisible la EpC como ahora la nueva asignatura que podríamos denominar, sin equivocarnos, Epc 2.
Dar por supuesto que existe una ética cívica, distinta de la personal, que el Estado puede enseñar e imponer a través del sistema educativo y al margen del derecho de los padres a la educación moral de sus hijos es lo más parecido a los totalitarismos del siglo pasado.
Esta nueva ética dimanaría del ordenamiento jurídico vigente (declaraciones de derechos humanos, Constitución, Estatutos de autonomía y leyes) y sería tan cambiante como éste , confundiéndose así el Derecho con la ética y se reduce ésta a aquel, olvidando que la ética es previa al Derecho, de mucho más alcance objetivo que el ordenamiento jurídico vigente en cada momento y que, además, éste puede –como de hecho sucede hoy en materias importantes- ser contrario a la ética.
Seguro que encontraremos en esta nueva asignatura las afirmaciones categóricas de que las declaraciones de derechos humanos son algo más que un conjunto de normas jurídicas valiosas; son la base de una nueva ética cívica que sustituye en la vida social a las éticas privadas (especialmente a las de base religiosa) y que el Estado laico debe hacer suya y propagar para luchar contra viejos fundamentalismos. Obligando así a que todos los españoles deban ser educados conforme a tales planteamientos ideológicos obligatoriamente y no conforme a las convicciones morales familiares como dice el art. 27.3 de la Constitución.
Los enemigos de la libertad no cesan y nos llevan a una nueva batalla cultural que se intentó imponer ya hace 15 años. Al igual que entonces , muchos padres llegamos hasta el Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea en defensa de la libertad de educación, se librará una nueva batalla contra los que intentan suplantarnos para imponer su ideología a nuestros hijos.