La investigación se inició a raíz de una petición de un juzgado de Palma solicitando el esclarecimiento de unos hechos denunciados que podrían constituir un delito de detención ilegal.
La denunciante era la progenitora de una menor de edad que residía con sus padres en la península. Ésta conoció al ahora detenido a través de internet y comenzó una relación que la llevaría a desplazarse a Mallorca.
Sin embargo, y una vez en la isla, la joven fue obligada a ejercer la mendicidad y a trabajar de “gorrilla”, reteniendo su documentación para evitar que pudiera volver con su familia.
Cuando los agentes de Extranjería de la Policía Nacional tuvieron conocimiento de los hechos, y una vez comprobados los mismos, se procedió a la detención del investigado como presunto autor de un delito de detención ilegal, comprobándose las malas condiciones en las que se encontraba la víctima, ya que ambos residían en una vivienda ocupada que carecía de condiciones básicas de salubridad (sin agua y, en la mayoría de veces, sin electricidad).
La menor fue trasladada al Servicio de Protección al Menor y Atención a la Familia, Sección Urgencias, quedando bajo su custodia, comunicando estos hechos a sus progenitores con el fin de que se desplazasen hasta Mallorca para hacerse cargo de ella.