Cuando parecía que ya no se podían cometer más torpezas en política, esta pasada semana hemos podido contemplar un salto con doble mortal, tirabuzón y sin paracaídas. Lo protagoniza Iván Redondo con su “Yo me tiro a un barranco por Sánchez, estaré con él hasta el final”.
Vamos a ver, al margen del ataque y convulsiones espontáneas que me entró debido al ataque de una hilaridad incontenible (traducido: me tiraba por los suelos literalmente) el que usted se tire por un barranco no me quita en absoluto el sueño, que esté con el presidente hasta el final, es una cuestión simplemente de tiempo, puede ser más o menos, pero como este es un país democrático, no tenemos Presidentes perennes, aunque alguno lo intente. Lo que me intranquiliza es constatar que el “gurú” de la máxima autoridad del país utiliza frases de series de televisión como argumentos. La frase del barranco esta tomada de la magnífica serie “El ala oeste de la Casa Blanca” dicho lo cual como frase para una tertulia o un cafetito está bien pero no es lo que se espera en estos niveles.
Ya se que quedan muy lejos los discursos de los grandes parlamentarios, como Sagasta o Cánovas del Castillo, pero no hace mucho teníamos en nuestra política gente con discursos solventes, reconocidos por los suyos incluso en algunos casos por la oposición, Duran i Lleida, Pio García Escudero, Rosa Díez o Alfonso Guerra son algunos ejemplos de que se puede ser político y tener un discurso cuando menos propio y diferenciador.
A nuestro Iván Redondo, publicista de profesión le quiero también recordar lo que decía un referente de la estrategia empresarial, como es Guy Kawasaki “al final o eres diferente o eres barato”. Es evidente que al copiar no vas a ser diferente por lo que tu crédito puede estar llegando al final, porque copiando frases de serie será complicado tener credibilidad ante los ciudadanos y eso suele ser la antesala del fracaso.
“Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo” Abraham Lincoln. Esta frase se la tendrían que tatuar todos estos espabilados, a los que su único objetivo es ganar “como sea y al precio que sea” elecciones, de hecho ha tenido un ejemplo claro en este último año, como ha sido Pablo Iglesias, de ascenso y bajada a los infiernos en tiempo récord.
No me mal interpreten por el título, me siguen sin gustar los insultos o descalificaciones personales, pero de alguna manera tengo que calificar a aquellos que nos quieren tomar el pelo y creo que por lo menos el adjetivo de cretino es quizás menos ofensivo que otros, pero igual de contundente, porque al fin y al cabo para acordarse de sus parientes siempre tendremos tiempo.