Arca explica que "estas dos calles se nombraron en 1942 en recuerdo de estos marineros que murieron en la batalla de Trafalgar. Así consta en los documentos históricos consultados".
Además, añade esta asociación "del mismo modo, la calle a Gabriel Rabassa fue otorgada por el hecho de haber impulsado la protección del Patrimonio de los Molins de Mallorca. De hecho fue pionero y fundador de la Asociación de Amigos de los Molins y un hombre que fomentó la cultura de las Islas. Intentar rebuscar pasados vinculados a la Falange o al Franquismo se podría también extender a otros insignes mallorquines - el caso de Llorenç Villalonga, sin ir más lejos, con una obra literaria en catalán que, evidentemente, no llevaría en ninguna parte".
A juicio de ARCA "las calles que fueron otorgados como homenaje a aquellos que ayudaron a instaurar o mantener el régimen franquista, tienen que ser retirados de la guía de calles". Ahora bien, concluye Arca, Cort tiene que ir con mucho cuidado a la hora de estas actuaciones ya que "se puede caer en un revisionismo muy equivocado y nocivo para la convivencia. De hecho y en una primera revisión, hemos encontrado estos tres errores, que consideramos que se tienen que corregir urgentemente por no confundir la ciudadanía, ni faltar al rigor y la veracidad históricas".
En este contexto, la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha criticado la lectura "restrictiva y anticuada del nombre de nuestra ciudad", que ha hecho el Ayuntamiento de Palma para cambiar el nombre de una calle, que se puso en 1937 por el episodio de la residencia del Alcázar de Toledo en la Guerra Civil.
En una nota de prensa, la Real Academia ha lamentado la decisión del Ayuntamiento de Palma de retirar el nombre de la calle Toledo, y que lo asocie "con una interpretación preconstitucional que nadie más ve en su gente", al relacionarlo con el hecho de que fue rotulada el 1 de diciembre de 1937 en homenaje a la resistencia del ejército nacional en el Alcázar de Toledo.
En cambio, los académicos, reunidos en pleno, han subrayado "que la ciudad de Toledo ha sido reconocida como una ciudad símbolo por muchos de los mejores intelectuales españoles desde finales del siglo XIX, en especial por aquellos más preocupados por el progreso y la modernización de nuestro país, vinculados al regeneracionismo y a centros educativos tan reconocidos como la Institución Libre de Enseñanza", ha señalado la institución.
En este sentido, la Real Academia ha expresado su desacuerdo con la decisión del Ayuntamiento de Palma, "que no es capaz de valorar el hecho de que las fórmulas o interpretaciones surgidas en el pasado evolucionan como nosotros", y también porque "supone una evidente interpretación subjetiva y peyorativa de una población que, creemos, no merece ese tratamiento".