La evolución en los datos del coronavirus ha registrado, también en Baleares, un cambio de tendencia a peor durante la última semana. El fenómeno no es exclusivo de las Islas, pero los últimos datos registrados en el archipiélago han hecho saltar las alertas del propio Govern, que ha mostrado su preocupación y ha afirmado que, de confirmarse un empeoramiento, no tardarán en retomar restricciones ya superadas.
Según el análisis de los datos publicado este lunes por mallorcadiario.com, el cambio de tendencia se produjo a partir del pasado lunes 15 de marzo. Los datos notificados durante la última semana situaron la incidencia de la enfermedad en niveles cercanos a los registrados hace un mes, el 20 de febrero, cuando se inició una tendencia sostenida a la baja que, sin embargo, se vio interrumpida en el plazo tan pocos días. Como resultado, Baleares perdió en cinco días lo ganado al virus en un mes.
El caso es especialmente preocupante en Mallorca y Menorca, cuya incidencia acumulada ha pasado de 41 casos por 100.000 habitantes a casi 50 en una semana. La razón puede estar en la penetración de la variante británica, más contagiosa, y que actualmente es la cepa predominante de la enfermedad en las Islas.
El dato positivo es que esta situación de leve empeoramiento no tiene efectos en la presión hospitalaria. En las UCIs de los hospitales de la comunidad permanecen 27 personas, las mismas que hace tres días, y 45 menos que hace un mes. En todo caso, es inevitable la llamada a la prudencia en el actual contexto de desescalada y con las vacaciones de Semana Santa en puertas.
Baleares no puede arriesgarse a sufrir una cuarta ola cuando está en juego el desarrollo de una temporada turística mínimamente normal, aunque se mantengan restricciones y haya que guardar hábitos de salud pública y distancia social ya asumidos por todos. La responsabilidad individual debe permitir ganar tiempo hasta que se logre ir vacunando a un ritmo suficiente que sigue sin llegar.