Se trataba del principal escollo pendiente entre los dos socios de gobierno para fraguar el relevo de Iglesias, tras la reunión que ha mantenido con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, este mismo martes. Tras este encuentro ambos dirigentes consideraban que había acuerdo en los cambios que deben producirse para su relevo, pero faltaban por cerrar algunos "detalles".
Posteriormente ha transcendido que la cuestión que faltaba por determinar era el rango de Díaz, pues el presidente del Gobierno había planteado reparos al hecho que ostentara la vicepresidencia segunda y compatibilizar el cargo de titular de Trabajo, como había propuesto el lunes el líder 'morado'.
En esa negociación, la alternativa del ala socialista consistía en que Díaz fuera vicepresidenta tercera y mantenerse como ministra de Trabajo. Ese cambio evitaba que, en el organigrama del Ejecutivo, una ministra con una cartera económica, como es Trabajo, se sitúe por delante de la vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con quien además Díaz protagoniza importantes pulsos dentro del Gobierno, como el de la derogación de la reforma laboral.
En cambio, Unidas Podemos reivindicaba que era compatible la vicepresidencia segunda y la cartera en las negociaciones entabladas. Sin embargo, fuentes conocedoras de la negociación ya deslizaban que la cuestión del rango no era un problema insalvable y no supondría una pugna entre las dos partes. Sí estaba garantizado en esos contactos dentro de la coalición que Díaz iba a mantenerse como ministra de Trabajo, a falta de concretar el nivel de su vicepresidencia, que también estaba asegurada.
A su vez, la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, también dejó claro en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que Calviño iba a seguir al frente de la llamada Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que viene trabajando con "mucha intensidad" durante todo este año a consecuencia de la pandemia, según ha defendido.
Fuentes del sector socialista del Ejecutivo reconocen que el perfil de Díaz es más dialogante que el Iglesias, como demuestran los numerosos acuerdos que ha alcanzado con les agentes sociales, y que podría servir para suavizar las tensiones internas que se han vivido hasta ahora entre los socios o, al menos, para que estas se desarrollen con menos ruido.
Ahora y con el salto de Iglesias a Madrid, Yolanda Díaz se convertirá en la máxima interlocutora de Unidas Podemos dentro del Gobierno de coalición, papel que asumía hasta la fecha el líder de Podemos.
Salvado este asunto, parece perfilado también el ascenso de la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, como futura ministra de Derechos Sociales. Belarra es una de las principales interlocutoras con el PSOE, como se ha revelado con la negociación sobre la Ley de Vivienda y la prohibición de desahucios durante el estado de alarma.