El partido encabezado por la que fuera condecorada con el premio Nobel de la Paz se impuso en las elecciones del pasado 8 de noviembre. Sin embargo, los militares sublevados aseguran que la victoria en las urnas del NLD se obtuvo de forma fraudulenta, razón por la cual han decidido tomar el poder por un espacio inicial de un año, a la finalización del cual se han comprometido a llevar a cabo otro proceso electoral.
Birmania, ahora denominada Myanmar, permaneció bajo la dictadura de los militares entre 1962 y 2011, y a pesar de la teórica finalización del periplo del Ejército en el Gobierno, la realidad es que las fuerzas armadas seguían contando con una gran influencia en la dirección política del país.
Por su parte, la presidenta electa, Aung San Suu Kyi, se encuentra en situación de arresto domiciliario, al igual que los gobernadores de las diferentes regiones. El jefe del Estado Mayor, Min Aung Hlain, ha decretado el Estado de Emergencia en el conjunto del territorio de Myanmar, y se ha autoproclamado nuevo presidente.