EDITORIAL

Baleares debe vacunar a la velocidad de la luz

Jueves 07 de enero de 2021

La vacunación contra la Covid en Baleares "va bien" y, de momento, "no es necesario movilizar a los militares" ni a la sanidad privada para acelerar el proceso. Son dos de los titulares que deja el coordinador de la vacunación contra el coronavirus del Govern, Carlos Villafáfila, en una entrevista con mallorcadiario.com publicada este miércoles.

Villafáfila asegura que el calendario se va cumpliendo -aunque no se arriesga a aseverar que antes del verano llegaremos al 70 por ciento de vacunados- y explica que Baleares sólo emplea la mitad de las dosis que han llegado para asegurar la segunda inyección y lograr así la inmunidad total de cada paciente.

Sin embargo, fijándonos en el ejemplo de Asturias, que ya ha administrado el cien por cien de sus dosis, las dudas acerca de la gestión vuelven a aparecer: ¿Por qué algunas comunidades demuestran tanta prisa y otras no? ¿Por qué entidades como el CSIC, epidemiólogos y responsables médicos exigen mayor agilidad en la administración de la vacuna y los responsables baleares continúan obcecados en un calendario que no contempla inyecciones de lunes a domingo, mañana, tarde y noche?

Es en este punto en el que conviene resaltar que Baleares depende de la vacuna más que otros territorios. En las islas, la extrema urgencia no viene únicamente de la necesidad de salvar las vidas de sus ciudadanos -que representa, obviamente, la prioridad absoluta- sino también la salud de su propia economía. El ejemplo del pasado verano demuestra que fiar las llegadas de visitantes a una contención mediante restricciones y responsabilidad individual no es suficiente. Así, la inmunización de la población se presenta como único pasaporte para resucitar el turismo y salvar del colapso a toda la comunidad. Otro 2020 sería insalvable.

Por ello, el Govern debe lanzarse a aunar recursos y comenzar a colaborar desde hoy mismo con la sanidad privada -como ya han anunciado Madrid, Murcia y Cataluña- y con los efectivos militares en la administración de la vacuna.

Ninguna mano sobra. Nos enfrentamos al mayor reto de la historia y no es momento de perder tiempo ni de avanzar "a velocidad de crucero", como señala el aún ministro de Sanidad, Salvador Illa: es hora de vacunar a la velocidad de la luz, de librar la gran batalla contra el virus con una respuesta logística incontestable y sin complejos.


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