Precisamente, este miércoles el conseller insular Iván Sevillano ha vistado la zona junto con los alcaldes de Sóller, Carlos Simarro, y Fornalutx, Francisco Marroig. Las instalaciones se encuentran ubicadas en la boca sur del túnel, en concreto en el kilómetro 17 de la carretera que une Palma con Sóller (Ma-11), tramo que pertenece al término municipal de Bunyola.
El fin de la concesión del túnel en diciembre de 2017 dejó sin funcionalidad esta área de peaje, ya que las cabinas y máquinas automáticas de cobro dejaron de estar operativas cuando la infraestructura iba a pasar a ser gratuita. Sevillano ha explicado que la pasada legislatura ya se cumplió con el compromiso de acabar "con la injusticia" que suponía para los vecinos de Sóller pagar "el peaje más caro de España" para llegar a su casa.
Ahora, con este proyecto, según ha comentado el conseller de Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca, "ponemos punto final al último símbolo que quedaba de uno de los casos de corrupción más polémicos de nuestra isla", en referencia al proceso del denominado 'caso túnel', cuya sentencia se publicó en 1997.
La retirada de los elementos fijos del antiguo peaje obedece a la necesidad de eliminar obstáculos inservibles para la libre circulación de vehículos que transitan por el túnel y evitar accidentes por impactos. El proyecto prevé que sólo quede una zona de explotación y mantenimiento, que incluye el edificio de control de instalaciones. Además, se aprovechará para realizar una actuación para organizar el tráfico, tanto a la entrada como a la salida del túnel.
Las obras comprenden todas las unidades necesarias para retirar los elementos, así como el acondicionamiento del entorno con la reposición de pavimento en la zona que ocupaba el peaje y desde la rotonda que le da acceso, sin dejar de lado la instalación de la señalización horizontal y vertical necesaria.
Cuando la obra sea adjudicada, se otorgará un plazo de tres meses para finalizar las actuaciones, cuyo coste ascenderá a 337.813 euros