OPINIÓN

¿Volverá ese mundo?

Opinión mallorcadiario.com

Pilar Carbonell | Domingo 18 de octubre de 2020

La tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto crea costumbre y cuando te acostumbras a algo, te lo haces tuyo y perderlo es una tragedia.

En mi primera travesía de montaña donde el día que sales llevas a la espalda todo cuanto creas puedes necesitar y por supuesto puedes cargar durante el tiempo que estas solo frente a la naturaleza, me di cuenta que en esas circunstancias tod@s somos iguales, ya puedes ser rico o pobre, mujer u hombre, abogada o fontanero, vas a caminar con tus pies y portearas tu mochila, nadie lo hará por ti. Esta pandemia me está recordando un poco a esa situación. Ante este virus todos somos iguales, tenemos las mismas posibilidades de contagio y las consecuencias sólo las conocemos una vez contraemos la enfermedad, pueden ser fatales y no están directamente ligadas ni con tu estatus social, ni con tu raza, ni con tu religión, ni con tu condición política, al virus eso le da igual.

Estábamos cómodos en un mundo acelerado, teníamos cierto orden en el caos cotidiano. Algunos desayunábamos en casa, comíamos en otro país y cenábamos en otro continente. Las urbes eran un ir y venir de cuerpos de lo más variopinto, mareas de vehículos inundaba las calles a diario y los aeropuertos nunca dormían solos.

El repentino parón ha supuesto un tiempo de reflexión, de análisis profundo de la importancia de muchas cosas, la necesidad oculta de disfrutar de otros placeres más allá de los materiales pero esta preocupación se ha focalizado en gran medida en uno mismo, en los suyos y los más cercanos. Desconocemos cuánto durará esta pesadilla, si la vacuna llegará en los próximos meses o pasaran años, si controlaremos los contagios o seremos capaces de parar las muertes.

En cualquier caso antes de la pandemia el mundo ya no era igual para todos, no todos gozábamos de las mismas comodidades, tampoco teníamos el mismo ritmo de vida ni tan siquiera viviendo en un mismo país. Nuestro mundo ya era muy desigual e imperfecto, millones de personas sin techo, para otras conseguir agua era un calvario, tener algo para llevarse a la boca un lujo e ir a la escuela un imposible.

La pregunta que me hago es, si el mundo volverá a ser el mismo, si seguiremos con la misma dinámica de dar importancia a cosas banales y superfluas ¿Volverá ESE mundo?


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