Los hechos se remontan a principios de este mes de septiembre, cuando se presentó ante la Guardia Civil de Binissalem una denuncia por supuesta estafa. La presunta víctima, una persona octogenaria residente en esta localidad, había contratado, a principios de este año, a un cuidador con el fin de que le prestara servicios de atención personal en días alternos.
Según ha referido el Instituto Armado en un comunicado, el cuidador se fue ganando paultinamente la confianza de su cliente hasta conseguir que le proporcionase información sobre el lugar exacto donde guardaba la tarjeta de débito de su entidad bancaria, así como el correspondiente número PIN. Con estos datos en su poder, el detenido habría ido realizando extracciones de dinero por un valor total de 4.000 euros
Tras la presentación de la denuncia, la Guardia Civil dio inicio a la pertinente la investigación, comprobando los agentes que, durante los últimos cuatro meses, y siempre entre los días 1 y 5, el arrestado había llevado a cabo el reintegro de 1.000 euros a través del cajero automático de la entidad bancaria, todo ello sin el conocimiento del anciano al que cuidaba. Una vez que se había hecho con el dinero, el sospechoso dejaba la tarjeta en el mismo lugar donde la víctima la tenía guardaba.