Grecia abrirá a partir del miércoles sus puertas a los vuelos procedente del Reino Unido, aunque, a diferencia de los vuelos desde otros destinos, los turistas deberán presentar una prueba negativa de COVID-19 de no más de tres días de antigüedad.
Según informó este lunes, el portavoz del Gobierno, Stelios Petsas, a partir del día 22 podrán llegar además los turistas suecos y para finales de mes se estudia que lo puedan hacer los estadounidenses, ambos países en las mismas condiciones que los británicos.
Petsas indicó que habrá controles de autenticidad de las pruebas presentadas y sanciones en caso de que sean falsificadas.
Grecia impuso la semana pasada la obligatoriedad de llevar un test negativo en la única frontera terrestre que ha abierto, la de Promachonas, en la linde con Bulgaria.
Con esta medida el Gobierno del conservador Kyriakos Mitstotakis pretende hacer frente al aumento de casos importados, sin por ello tener que restringir el turismo, el gran motor de la economía de este país.
Sin embargo, el Gobierno y los especialistas están cada día más preocupados por el repunte de casos, más de una treintena diaria frente a menos de una decena antes del 1 de julio, y especialmente de los que no están relacionados con otra persona infectada.
Por eso, según anunció Petsas, examina la posibilidad de prohibir todas las fiestas patronales, que en julio y agosto congregan tradicionalmente a miles de personas en los pueblos.
Desde el comienzo de la pandemia han sido detectados en Grecia 3.803 casos de coronavirus y 193 personas fallecieron.