La obra, compuesta por creacines en varios formatos y materiales, trata de “la fragilidad del futuro y hace hincapié en los lazos que unen a los humanos con un objetivo común. Es una síntesis entre dos espacios, el Calvario y la iglesia del Convento”.
Una obra creada durante el confinamiento "para ser vivida" y que presenta dos espacios para dos realidades: si en el primero (en la zona del Calvario) nos adentramos "en los asuntos y triunfos del corazón", en el segundo, en la iglesia, nos trasladamos hasta "el laberinto de los asuntos públicos y de las leyes".
Joan Bennàssar cursó estudios de Bellas Artes en Barcelona, donde expuso por primera vez.
En la década de los 70 se hizo con numerosos certámenes internacionales y en los 80 colaboró con la Galería Maegth, realizando exposiciones en diversas partes del mundo.
Tras vivir en Barcelona, Londres, París y México volvió a Pollença, donde profundizó en las raíces mediterráneas y fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Sebastíán.