Hay dos clases de hombres: Quienes hacen historia y quienes la padecen. Camilo José Cela.
A raíz del asesinato de George Floyd a manos de un policía se han iniciado en Estados Unidos los peores y más grandes disturbios raciales desde el asesinato en 1968 del Dr. Martin Luther King, líder de la minoría negra en el final de la segregación racial, oficial.
El asesinato de Floyd, a todas luces injusto como todos los asesinatos, se ha convertido en la excusa perfecta para hacer algo, a la vez, tremendamente injusto: revisar la historia con los criterios sociales y morales de hoy.
Juniper Serra, hoy Santo de la Iglesia Católica, vivió de acuerdo con los usos y costumbres del siglo XVIII, y de acuerdo con aquellos actuaba. Aplicarle la vara de medir del siglo XXI es además de absurdo, ridículo.
En Palma estamos sufriendo el peor gobierno municipal desde la instauración de la democracia, el Alcalde Hila pasará a la historia como el más nefasto edil que hemos tenido pues sus preocupaciones son peregrinas, tengo la sensación de que vivimos en ciudades diferentes. Se preocupa de cerrar calles para que puedan deambular peatones cuando la realidad es que esa medida es de tan escaso éxito que será retirada más pronto que tarde. Palma está sucia, es insegura, se celebran botellones en estado de alarma y carreras ilegales de coches y el primer edil no está ni se le espera. Palma tiene problemas económicos, la gente sufre la crisis económica pero el Ayuntamiento se dedica a cuestiones ridículas.
“La pintada a Juniper Serra refleja el malestar que existe con su papel” sic Sonia Vives. Esta frase que merece ser enmarcada e incluida en un diccionario de citas merece ser valorada.
La primera cuestión que me planteo es el conocimiento que tiene de la historia la tal edil Vivas; me temo que escaso. Su celebridad tiene origen en su respetable condición sexual y en una denuncia que interpuso cuando no era política.
La segunda cuestión es averiguar qué papel juega Juniper Serra en la Palma del Siglo XXI, que en mi modesto entender es nulo. Una calle y poco más. Quizás a los estudiantes una breve reseña de su labor misionera y fundacional. Me extrañaría mucho que en las tertulias de café en lugar de hablar de futbol se hablase de Juniper. Incluso creo que se habla más de las sandeces de la señora Vivas que del propio Serra.
Creo que es el momento de poner unas líneas en serio y hacerle saber a la señora Vivas que no está a la altura del cargo que ocupa, no es machismo ni homofobia, es sentido común y si tiene un poco de vergüenza se irá a su antiguo puesto con las orejas gachas. Para que no haya dudas, lo mismo pienso del Alcalde Hila, no merece ser Alcalde de Palma y Palma no se merece un Alcalde como Hila.
Hace un tiempo se presumía que en España cualquiera podía llegar a Presidente del Gobierno. Eso puesto negro sobre blanco queda muy bonito, pero cada vez que lo hemos probado han arruinado el país. No todos servimos para todo lo que pasa es que los que no servimos y tenemos algo de sentido común nos apartamos y nos dedicamos a cosas que más o menos se nos dan bien, no como los dos descerebrados citados que no dan la talla, en perjuicio de los ciudadanos de Palma, teniendo además la pretensión de imponernos su minoritaria y exótica forma de pensar.
Revisar en la Palma de 2020 el papel que juega Juniper Serra aquí es una auténtica idiotez. Es un intento ridículo de reescribir una historia que no conduce a nada y una evidente dejación de funciones pues todo el tiempo que dedica a esas gilipolleces (espero no me censuren) lo hace con nuestro dinero. Su sueldo y sus ocurrencias las pagamos los ciudadanos, esos a los que Vivas e Hila no nos respetan.
La realidad es que mientras se habla de esas estupideces no se habla de las carencias reales de la Ciudad, de su pésima gestión y de los que se van quedando por el camino pese a que ellos se llenaron la boca diciendo lo contrario. Nos hablan de una nueva normalidad, no les crean, esa nueva normalidad es paro, ruina, crisis económica, pobreza…
Y para concluir y en el capítulo de agradecimientos no puedo dejar de dar las gracias por estar vivo a don Pedro Sánchez, que me ha salvado del covid19, no como los miles indeterminados de muertos que fallecieron por culpa del Presidente Rajoy por, dicen, haber hecho recortes en sanidad a pesar de estar transferida a la Comunidades Autónomas. Así escribe la izquierda o lo que sea, la historia. Que pasen un feliz martes de verano sin fase alguna.