La cinta, rodada de forma independiente en Suecia con actores de distintas nacionalidades, retrata la descomposición del modelo social sueco y la ascensión de la ultraderecha en Europa. El protagonista es un hombre blanco con un trabajo poco cualificado y a punto de ser desahuciado de su casa, que se siente abandonado por la sociedad y se acerca hacia posturas políticas ultraderechistas.
El proyecto cinematográfico dirigido por Albert Herranz ha sido seleccionado también para participar en el festival de cine internacional Colortape, en Australia, y con anterioridad ha tomado parte en diferentes muestras del séptimo arte celebradas en Suecia.