OPINIÓN

¿Rescate?: sí por favor

Miguel Lázaro | Jueves 28 de mayo de 2020

Bien parece que la UE utilizara otra vez la manguera y nos inyectara más de 130.000 millones, en forma de trasferencias y de créditos para “rescatarnos” de la maltrecha y ruinosa dimensión socio económica que hemos contraído tras el Covid 19. Pero hoy en pleno apogeo de la posverdad, la palabra rescate, es una palabra negada y proscrita en el politiques del Gobierno.

Una vez más volvemos a constatar la negativa que tienen los políticos a utilizar la riqueza del idioma castellano y a nombrar las cosas por su nombre y otra vez mas hay que consumir que estamos en un contexto psicosocial en el que las palabras que ponen en circulación los seudolideres políticos ocultan y confunden más que aclaran y que la simplicidad conceptual se disfraza en circunloquios profusos y difusos que marean incluso a las perdices del coto Doñana, si es que todavía hay.

Para botón de muestra sean valientes, previa toma de Paracetamol y solo en dosis homeopáticas oigan ustedes a la vicepresidenta Carmen Calvo o al ínclito portavoz-altavoz sanitario del gobierno, el dr. Simón. Creo que, a mucha España, y mucha España es casi toda, le duele, el asqueroso, obsceno, vergonzoso y repugnante debate político al que estamos asistiendo, donde el dilema y la polarización excluyen cualquier enfoque dialectico.

Es obvio que el gradiente deliberativo en nuestra clase política está en el sótano. Tenemos una clase política reflejo de la sociedad que hemos construido, que no está en la mayoría de edad mental que deben de tener, inmadura, instalados en una adolescencia tardía, narcisista, mitómana y con nulo gradiente deliberativo. Ni en momentos tan duros y dramáticos, - más de 45.000 muertos, por ahora-, son capaces de dejarse de mirar el ombligo y de tener un mínimo de empatía.

Probablemente es la hornada política con menos inteligencia emocional que ha tenido este gran país. Son una panda de des-sustanciados con una neurodiversidad peculiar, donde las neuronas espejo (sede de la empatía), tienen los cristales rotos, el lóbulo frontal (sede de la moral, juicio y ética), tiene un desarrollo prepuberal y el circuito límbico (sede del cerebro emocional) está muy descompensado. No hay más cera que la que arde. No se engañen. Por supuesto que hay excepciones, pero hay tan pocas.

Solo una cosa me consuela. No conseguirán cargarse nuestra resiliencia ciudadana ni cargarse nuestra esperanza. Somos muchos más y mucho mejor que ellos. No podrán evitar que pensemos por nuestra cuenta.

Un consejo: absténganse de ver todas las televisiones, su salud mental se lo agradecerá.

¿Así, que rescate? Por supuesto y gracias

¿Por cierto cuantos millones nos mandara el presidente Sánchez a Baleares?

Estaremos atentos.

Otro día hablare de los eufemismos sanitarios.

Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.


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