Objetivo: seguir el rastro de todos y cada uno de los contactos de personas positivas en Covid-19 para detectar nuevos casos, aislarlos y tratarlos. Baleares trabaja ya en su plan de seguimiento de contactos y para ello contempla desde el peor de los escenarios -cifras desbocadas que requerirían de un refuerzo del sistema de rastreo- hasta situaciones de control con las que bastaría el número de profesionales del área de epidemiología de Salut Pública. Todo ello forma parte de la documentación que cada comunidad autónoma deberá entregar al Ministerio de Sanidad para que este dé luz verde al salto a la siguiente fase, en este caso la 1 que arranca el próximo lunes. Javier Arranz, portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, avanza en mallorcadiario.com los planes de la comunidad en materia de rastreo.
¿En qué punto está Baleares?
El Ministerio ha dejado claro que para avanzar de fase has de cumplir con una serie de criterios y capacidades: camas de UCIs, hospitalizacion, etc. Pero además, hay una cuestión fuera de la atención hospitalaria que se enfoca en la detección de nuevos casos. Para ello, Atención Primaria deberá "sospechar" de un posible positivo y diagnosticarlo lo más rápidamente posible (24 horas) mediante pruebas PCR, las más fiables. Si da positivo, hay que aislarlo y comenzar a seguir el rastro de esta persona.
Baleares fue junto con Canarias la primera comunidad que realizó seguimiento de casos, ya que fueron las primeras en registrar positivos. ¿Cómo se hizo en su momento?
Salut Publica destinó a sus profesionales de epidemiología, expertos en este campo, a hacer seguimiento mediante entrevistas con los positivos y llamadas a las personas que habían estado en contacto con ellos. Para que se haga una idea de la tarea, con el primer caso -el del británico de Marratxí- los técnicos hicieron seguimiento de unas 60 personas. Se hizo, podríamos decir, en buenas condiciones, sin presiones. Otras comunidades, en cambio, se pusieron a hacer seguimiento pero rápidamente tuvieron que dejarlo porque el escenario se agravó.
Y sin embargo, en Baleares prendió la mecha de contagios...
Cuando el Ministerio decidió pasar a la fase de mitigación (nivel dos), en Baleares como en Canarias se discutió si era lo más óptimo para nosotros. Aquí estábamos en pocos casos y pensábamos que aún era factible contener y hacer seguimiento, pero se decidió pasar al siguiente nivel en todo el país.
La situación ha cambiado mucho, ya hemos visto la peor de las caras de la epidemia. ¿Cómo será ahora la estrategia de rastreo?
Se trabaja en todos los escenarios: parecido al ya vivido, peor o incluso mejor. Hoy mismo (por ayer) hemos registrado dos casos nuevos: este sería fácil de controlar. El Ministerio ya nos ha dicho que hay que prepararse y tener capacidad. Falta, eso sí, que Madrid cierre cuestiones técnicas muy concretas para elaborar el plan: no es lo mismo que nos digan que hay que hacer seguimiento de casos de más de 38 de fiebre que de 40, por ejemplo.
¿Qué opciones barajan?
Salut Pública está planteando un sistema de diferentes posibilidades, no sólo de una herramienta. Por ejemplo, ya que Atención Primaria hará detección en primera instancia, a lo mejor hay que disponer de sus bases de datos clínicos, además de estrechar la comunicación con ellos para que la información sea ágil y eficiente. Está también el seguimiento a través de una APP, el mismo documento del Ministerio lo recoge. No obstante, sabemos que es una opción que a veces produce rechazo por razones de privacidad y limitaciones técnicas. Habrá que verlo.
¿Y contratar un equipo de 'rastreadores? Otros países ya lo hacen o prevén hacerlo.
Si llega el momento en el que necesitamos más profesionales y hay que entrenarlos, lo haremos. Hay que valorar el perfil que se requeriría y el número de personas que podríamos entrenar. En Alemania, por ejemplo, han optado por contratar a mil personas por equís habitantes porque están en una fase más avanazada. Es normal que ellos hablen de números, nosotros aún no hemos llegado a eso. Lo que sí le diré es que los profesionales de Salut Pública son gente seria que antes de dar un paso se aseguran de que el suelo esté firme.
¿Cuál es el perfil del profesional que sigue estos casos?
Repito que las futuras cifras determinarán las herramientas que pongamos en marcha pero en cualquier caso, deberán ser personas formadas y entrenadas en la formulación de preguntas clave y la obtención de respuestas precisas y certeras. Parece sencillo pero créame que es complicado porque no todo el mundo tiene la capacidad de expresarse de manera clara y concisa. Además, podemos estar ante un paciente cuya salud empeore muy rápidamente, entre en coma y ya no nos pueda facilitar la información para seguir el rastro. En ese caso, deberían ser los familiares.
Hay contactos de distintos niveles.
Efectivamente, podemos dar con un contacto de alto riesgo -por ejemplo, la pareja de una persona que ha dado positivo, con la que se convive y duerme- o uno de bajo riesgo, pero que también hay que detectar y analizar.
Luego está el volumen y concentración de población.
No es lo mismo seguir contactos en Formentera que en Palma, está claro.
El seguimiento de contactos, ¿es vital para volver a lo que denominan la 'nueva normalidad'?
Por supuesto, pero no sólo para nosotros como habitantes de Baleares sino para estas islas coomo destino seguro. Hablamos mucho de fases y desescalada pero habría que empezar a hablar también del futuro y este pasa por convencer a cualquiera de que este archipiélago es seguro. Que sabremos detectar cualquier nuevo caso y aislarlo para que no haya rebrotes importantes.
Porque rebrotes habrá, sí o sí...
Hablar de cero casos me parece irreal, es evidente que habrá más -aquí y en todo el mundo- pero la llave para convencer será la seguridad sanitaria para todos.