La administración insular ha aprobado este viernes un decreto de presidencia mediante el que suspende la aplicación de la ordenanza de ruidos y vibraciones que cada año entra en vigor el 1 de mayo y concluye el 15 de octubre, ha informado en un comunicado.
El conseller de Territorio, Rafael González, ha apuntado que el objetivo es que las obras que ya están comenzadas puedan seguir ejecutándose en este momento excepcional de crisis sanitaria y cuando aún no es posible la actividad turística.