El fútbol regresará en un plazo de tiempo ya no muy lejano, siempre que se cumplan las previsiones sobre la evolución del Covid-19. Sin embargo, el retorno del público a los estadios se hará esperar. El Gobierno ya ha comunicado a la Liga que los partidos se disputarán a puerta vacía, al menos, hasta el mes de enero del próximo año. Y, por su parte, el organismo que preside Javier Tebas ha trasladado las pretensiones del Ejecutivo en el transcurso de una reunión telemática con los representantes de los clubes de Primera y Segunda División, entre ellos el Real Mallorca.
Esta planificación supone que, por supuesto, como ya se daba por seguro, las jornadas que restan por jugar de la temporada actual se desarrollarán en estadios vacíos, y que esta misma situación afectará a la totalidad de la primera vuelta de la campaña 2020-2021.
Para los clubes, los planes del Gobierno resultan demoledores desde el punto de vista económico, ya que deberán renunciar a una parte de los recursos con los que completan sus partidas presupuestarias, es decir, los ingresos por taquilla. Sin embargo, las diversas SAD de las categorías profesionales del fútbol español comprenden que el principal objetivo, en estos momentos, es proteger la salud de todos quienes toman parte en el gran espectáculo del balompié, evitando el más mínimo riesgo al respecto.
De hecho, los equipos son perfectamente conscientes de que un solo diagnóstico positivo de Covid-19 cuando la competición se haya, por fin, reanudado, significará regresar al casillero de salida, y levantaría nubarrones de incertidumbre aún más oscuros sobre el presente y el futuro del deporte más aclamado en España y en los países de su entorno.
Más cercanos se hallan los plazos en cuanto al regreso de los jugadores a los entrenamientos. El Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes, está dispuesto a autorizar la reanudación de las sesiones preparatorias en unas pocas semanas, según ha comunicado Javier Tebas a los clubes. Sin embargo, impondrá condiciones muy específicas: los entrenamientos deberán desarrollarse de forma individual o, en su caso, en grupos muy reducidos, un requisito que obligará a los miembros de los cuerpos técnicos a variar sustancialmente la dinámica y la planificación de estas sesiones de trabajo.
No obstante, antes de que puedan volver a ejercitarse en las instalaciones deportivas, los integrantes de todas y cada una de las plantillas de Primera y Segunda División deberán someterse a pruebas de detección del Covid-19. En este sentido, el CSD y, en definitiva, el Gobierno quiere contar con la completa seguridad de que no hay ni un solo futbolista o entrenador contagiado antes de dar vía libre a que se reanuden los entrenamientos, que ahora mismo los jugadores se ven obligados a llevar a casa desde su confinamiento domiciliario.