El Real Automóvil Club de España (RACE) ha presentado la tercera oleada del Observatorio de Conductores, centrada en el uso del vehículo durante la crisis del coronavirus y en las previsiones para cuando se levante el estado de alarma.
Entre todas las respuestas destaca que el 20 por ciento de los encuestados que iba al trabajo en transporte público cambiará a la modalidad privada cuando todo esto haya acabado, mientras que todos aquellos que ya utilizaban el coche antes de la crisis afirman que lo seguirán haciendo después.
Asimismo, destaca otro dato, y es que el 25 por ciento de los conductores habituales que se desplazaban andando al trabajo aseguran que también usarán su coche para sus desplazamientos laborales cuando acabe el confinamiento.
Según el informe del RACE, basado en un total de 1.187 entrevistas, el 70 por ciento de los participantes afirma haber tenido que conducir durante el confinamiento en algún momento.
Entre ellos, el motivo más recurrente ha sido para hacer la compra (83 por ciento), muy por delante de otras casuísticas, como por ejemplo ir a la gasolinera (53 por ciento), trabajar o ir a la farmacia (39 por ciento ambas), o ir a casa de familiares mayores o dependientes (22 por ciento). Y un 9 por ciento indica haber utilizado el coche para actividades en las que, antes del confinamiento, usaba otra forma de desplazamiento.
Del mismo modo, resalta que un 6 por ciento que afirma haber usado su vehículo para otros motivos no descritos específicamente en el Real Decreto del Estado de Alarma y un 3,5 por ciento de los conductores asegura haber cogido su vehículo como 'excusa', sin ninguna necesidad real.
La encuesta también revela que el 3,5 por ciento de los que han utilizado el coche durante el confinamiento ha sufrido alguna incidencia durante sus desplazamientos. De ellos, el 48,4 por ciento han necesitado la ayuda de asistencia en carretera.
Igualmente, según la encuesta más de la mitad de los conductores (55,5 por ciento) ha tenido que cancelar un viaje por carretera. Entre ellos, más de la mitad han sido desplazamientos de fin de semana, pero también vacaciones largas (32 por ciento), viajes de trabajo (17,5 por ciento) y reuniones y acontecimientos familiares (bodas o bautizos, por ejemplo, con un 14,5 por ciento).
En esta situación, sólo un tercio se ha planteado qué va a hacer durante las vacaciones de verano, destacando así las opciones de pasarlo en su segunda residencia (34,4 por ciento) y aquellos que, pese a no haberlo reservado aún, pasarán el periodo estival en algún lugar de España.